Estados Unidos – Alabama: Los trabajadores de Amazon esperan poder organizar el primer sindicato. [Cole Stangler]

Manifestación de  trabajadores delante de un depósito de Amazon en Staten Island, (Nueva York, EUU) en mayo de 2020.

Los 6.000 empleados del depósito de Bessemer deben votar para formar un sindicato, un voto que podría modificar la relación de fuerzas dentro del gigante del comercio digital, no sólo en Estados Unidos, sino también en otros países.

Mediapart, 8-2-2021

Traducción de Ruben Navarro – Correspondencia de Prensa, 10-2-2021

Cuando Amazon decidió construir el depósito en Bessemer, la dirección presentó la decisión como un acontecimiento histórico. Por primera vez, decía el comunicado de la empresa, se iba a abrir un centro de distribución en Alabama, una oportunidad para esta ciudad popular de mayoría afroamericana en las afueras de Birmingham, la ciudad más grande del estado.

Dos años y medio después, el depósito podría ser histórico sí, pero por otros motivos. Si los 5.800 trabajadores de ese estado del sur votan para formar un sindicato, será el primer sindicato de Amazon en Estados Unidos. Si así fuera, la dirección se vería obligada a negociar colectivamente con los trabajadores de Bessemer, poniendo fin al statu quo en el que Amazon impone sus decisiones de manera unilateral.

En otras palabras, esta elección podría modificar las relaciones de fuerza dentro de la empresa. Todo depende del voto, que se efectuará por correo entre el 8 de febrero y el 29 de marzo. «Si los trabajadores de un depósito de Amazon se sindicalizaran, sería un gran paso adelante, dijo Joseph McCartin, profesor de historia de la Universidad de Georgetown y experto en sindicalismo estadounidense, eso podría generar un efecto dominó. «

La campaña lanzada por el Sindicato Retail, Wholesale and Department Store Union [RWDSU, sindicato del comercio mayorista, minorista y algunas industrias] de Bessemer ya ha recibido un respaldo importante. La legislación estadounidense exige que el sindicato demuestre ante la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo (National Labor Relations Board) el apoyo a su iniciativa de al menos el 30% de los empleados antes de las elecciones. Esta agencia federal se encarga de organizar las elecciones sindicales [cumple el papel de inspección del trabajo]. Para ello, el sindicato distribuye una especie de tarjetas de apoyo, denominadas tarjetas sindicales, que deben ser firmadas por los trabajadores. Las firmas suelen ser el resultado de una larga campaña de sensibilización, realizada de forma clandestina para reducir al mínimo el riesgo de represión por parte de la empresa.

Un primer intento de crear un pequeño sindicato de ingenieros en Amazon fracasó  en 2014, pero el RWDSU confía en que esta vez logrará su objetivo. Además de los problemas habituales que motivan la afiliación a un sindicato -salario, condiciones de trabajo, vacaciones, etc.- existe, por parte de los trabajadores, la voluntad de instaurar un contrapeso a la empresa, según explican los sindicalistas.

«Queremos sentirnos más respetados»

«La unión hace la fuerza», dijo un empleado de Bessemer que prefiere guardar el anonimato para evitar represalias de la dirección. Estamos luchando para hacer cambios reales en el trabajo, incluyendo cambios que Amazon nunca haría [por sí misma]. Nos gustaría tener derecho a impugnar las decisiones de Amazon, quisiéramos que se prestara más atención a las cuestiones de salud de los empleados, pero sobre todo, queremos sentirnos más respetados.»

Por su parte, Amazon se defiende señalando que ofrece a sus empleados un salario base bruto de 15 dólares por hora, muy por encima del salario mínimo federal. «No creemos que el RWDSU represente la opinión mayoritaria de nuestros empleados», dijo la portavoz de Amazon, Rachel Lighty.

La campaña por la creación del sindicato arrancó rápidamente, acentuada por la crisis sanitaria en ese depósito, que abrió sus puertas en marzo de 2020. Las primeras discusiones tuvieron lugar desde el verano cuando Amazon, gracias al incremento del comercio en línea, tuvo un éxito fulgurante. Los depósitos ya funcionaban a pleno rendimiento cuando llegó el «Prime Day», dos días de rebajas especiales reservadas a los clientes de Amazon, que hicieron que las ventas aumentaran aún más. Unas semanas después, en noviembre, el sindicato comunicó su demanda de elecciones a la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo.

En un estado muy conservador, marcado por su pasado segregacionista, esta campaña puede parecer sorprendente a primera vista. Pero no es casualidad que el primer sindicato de Amazon se esté formando en Bessemer. El sur de Estados Unidos tiene muchas fábricas de alimentos y muchos trabajadores sindicalizados, con un alto porcentaje de afroamericanos y de latinos afiliados al RWDSU y que apoyan activamente la campaña de los trabajadores de Amazon. 

«Es su lucha [pero] estamos aquí para apoyarlos», dijo Michael Foster, un empleado de una planta de procesamiento de carne de aves cerca de Bessemer y miembro del RWDSU que apoya al sindicato de Amazon. No es fácil arriesgarse y defender sus convicciones, pero hablamos con los trabajadores para explicarles que así podremos trabajar en mejores condiciones. Esa confianza, ese entendimiento mutuo, así como las relaciones que hemos construido con los trabajadores se enmarcan en una dinámica muy positiva.»

Además, desde el punto de vista político y demográfico, esta parte de Alabama no es como el resto del estado. El condado de Jefferson, antigua zona siderúrgica, es más bien de izquierda. La ciudad de Bessemer tiene un 70% de población afroamericana y muchos de los trabajadores del depósito son negros, otro factor que podría jugar a favor del sindicato. Como lo informó el New York Times, los sindicalistas hacen suyos las reivindicaciones del movimiento Black Lives Matter, en particular la justicia social y la dignidad humana.

«Desde los años 60, los sindicatos aparecen relacionados con la lucha contra el racismo, pero no siempre ha sido así», afirma Joseph McCartin. Aunque los sindicatos tengan una imagen positiva en la comunidad negra, añade, a veces cargan con el lastre de la asociación con los trabajadores blancos del Sur.

Esperanza en el efecto dominó

La elección está limitada al depósito de Bessemer. Incluso en caso de victoria del sindicato, Amazon no tendrá ninguna obligación de negociar en el resto de sus depósitos en Estados Unidos. Pero el RWDSU espera que haya un efecto de bola de nieve, que una victoria en Alabama se convierta en una referencia para los cientos de miles de trabajadores de Amazon. En Estados Unidos, la empresa tiene más de 590.000 empleados.

«Para mí, eso es lo que teme Amazon, estoy segura», dice Christy Hoffman, secretaria general de UNI Global Union, una federación sindical mundial de sindicatos de servicios con sede en Ginebra.

Desde 2018, la UNI Global Union dirige la Amazon Alliance, una red internacional de sindicatos que se reúne todos los meses. En la última reunión del comité directivo (una estructura que incluye al poderoso sindicato alemán Verdi, la CGIL italiana, las CCOO españolas y el RWDSU estadounidense, entre otros), el clima era bastante optimista, según fuentes de la federación. «Los sindicatos europeos me dicen que esto puede cambiarlo todo, porque si Amazon se ve obligada a aceptar a los sindicatos en los EE.UU., va a tener que cambiar su política hacia los sindicatos en Europa también», dijo Christy Hoffman.

La crisis de Covid-19 puso de manifiesto las dificultades a las que se enfrentan los empleados en Estados Unidos cuando critican públicamente a la empresa. Pero la pandemia también ha mostrado la fragilidad del diálogo social en Europa. En la primavera de 2020, los trabajadores de un centro de distribución del norte de Italia estuvieron en huelga durante dos semanas para exigir más mascarillas y otras medidas sanitarias, criticando la pasividad de Amazon.

En Francia, el gigante digital fue condenado por los tribunales, que consideraron que la empresa no había realizado una evaluación de los riesgos laborales con los sindicatos. En España, el sindicato CCOO tuvo que apelar al Ministerio de trabajo para que obligara a Amazon a adoptar medidas de seguridad laboral.

«Amazon lleva años exportando su estrategia de gestión hacia Europa», agrega Christy Hoffman. «Se puede ver concretamente con los algoritmos y las medidas de productividad que utilizan, dice. Si no hay un contrapeso en los Estados Unidos, será más difícil defenderse en Europa».

En los Estados Unidos no hay convenios colectivos. Todo se define a nivel de cada empresa, por lo que la diferencia entre empleados «sindicalizados» y «no sindicalizados» es inmensa. Según los datos del gobierno federal de Estados Unidos, el salario semanal medio de un trabajador sindicalizado en 2020 era de 1.114 dólares brutos por semana, mucho más que los 958 dólares que cobran los trabajadores no sindicalizados. Gracias a la negociación colectiva, los trabajadores sindicalizados tienen a menudo un mejor seguro médico y más días de vacaciones remuneradas, además de la protección contra los despidos.

Pero son una minoría. En la década de 1960 una tercera parte de los trabajadores estadounidenses estaba afiliada a un sindicato, mientras que en la actualidad el porcentaje alcanza apenas el 10,6%. Los esfuerzos por invertir esa tendencia encontraron durante mucho tiempo una férrea oposición por parte de los empresarios. Esa hostilidad dio incluso lugar a una industria especializada en la represión sindical: una constelación de consultoras y despachos de abogados que se dedican a «romper sindicatos» [«union-busting»]. Con ese apoyo externo, las empresas pueden hacer campañas contra la creación de sindicatos, entorpeciendo las elecciones.

En Bessemer, Amazon aplica esta estrategia. Contrató como abogado a Harry Johnson, ex miembro de la NLRB [Junta Nacional de Relaciones del Trabajo], la agencia federal que dirige las elecciones sindicales y creó un sitio web, (doitwithoutdues.com «Consíguelo sin pagar cotizaciones») para hacer campaña a favor del «no». El sitio muestra fotos de empleados muy sonrientes en el trabajo y denuncia el precio de la representación sindical: «¿Por qué no ahorras tu dinero para comprar […] aquello que quieres?», le preguntan a los lectores.

Bloomberg y el Washington Post informaron que Amazon organiza reuniones obligatorias en las que se les explica a los empleados por qué deben votar en contra de la creación del sindicato. La empresa está enviando mensajes de texto a sus empleados invitándolos a votar «no» a partir del 8 de febrero [el voto por correspondencia va del día 8-2 al 29 de marzo].

«Amazon me envía mensajes de texto; hay mensajes en nuestras salas de descanso e incluso en el baño instándonos a votar en contra. Es un nivel de propaganda absurdo y falaz», dice el empleado anónimo de Bessemer.

«Es muy importante que los empleados entiendan el proceso electoral y las implicaciones de la afiliación a un sindicato», dijo el portavoz de Amazon.

Al fin de cuentas, esos métodos son bastante clásicos, dice Joseph Mc Cartin. Según la legislación estadounidense, «los empresarios tienen derecho a la libertad de expresión y a declararse abiertamente en contra del sindicato. Es cierto que hay cosas que no se pueden decir: no se puede amenazar con el cierre de la empresa si los empleados se afilian a un sindicato. Pero hay una tolerancia bastante elevada».

Y eso no es todo, Amazon también impugnó -sin éxito- el decreto de la NLRB (Junta Nacional de Relaciones del Trabajo) que establecía la celebración de las elecciones sindicales por correspondencia. La agencia había adoptado esa decisión por motivos sanitarios, señalando que la región sufría un alto índice de circulación del virus. Desde el comienzo de la pandemia, el 10% de los habitantes del condado de Jefferson resultó infectado y en diciembre de 2020 se registró un récord de casos. Pero según Amazon, eso no constituía un verdadero riesgo, por lo que los empleados podrían ir a votar personalmente.

«Los empresarios han querido siempre que las elecciones sindicales se hagan en el marco físico de su propiedad, dice McCartin. Los empresarios siempre han pensado que eso les da una ventaja porque las elecciones tienen lugar en su territorio. Incluso si no pueden ver cómo votan los empleados, ese hecho es en sí mismo un mensaje».

Así, el voto por correspondencia es otro elemento que podría favorecer al sindicato, según Christy Hoffman, de UNI Global Union. «A menudo, los asalariados, sobre todo en las pequeñas empresas, se sienten presionados en el momento de votar. El director los incita a ir a votar, explica. En general, son personas que no participarían en una elección por correspondencia, si no estuvieran realmente a favor del sindicato, seguramente se abstendrían de participar.»

El 30 de marzo sabremos qué habrá decidido la mayoría.

* Cole Stangler es un periodista independiente, especializado en el ámbito laboral, corresponsal en Francia para varios medios angloestadounidenses.

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En Alabama, los trabajadores del depósito de Amazon se preparan para la votación sindical

RWDSU,  08-2-2021   

La votación que comienza esta semana entre los trabajadores de Amazon en las afueras de Alabama podría decidir si ese depósito se convierte en la primera planta sindicalizada de la compañía en los EE.UU. Las boletas serán enviadas el lunes a más de 5.800 trabajadores del depósito de Bessemer, cerca de Birmingham, para contestar sí o no a  la adhesión al Sindicato Retail, Wholesale and Department Store Union [RWDSU]. La elección se desarrollará hasta el 29 de marzo y marca la primera votación del sindicato de depósitos de Amazon desde que un grupo de técnicos en Delaware votó en contra de la sindicalización en 2014. La votación por correo será posible, apenas unos días después de que la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo rechazara el intento por parte de Amazon de retrasar las elecciones sindicales. La empresa había solicitado un aplazamiento argumentando que la votación -realizada por correo para evitar la propagación del coronavirus- debía hacerse personalmente.

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“NY Times: La campaña pro sindicato de Amazon avanza allí donde nadie se lo esperaba”

Amazon bloquea los esfuerzos hechos por sus asalariados para sindicalizar sus instalaciones en los Estados Unidos, a pesar de que muchos de sus depósitos en Europa se rigen ya bajo convenios sindicales colectivos. Los representantes de Amazon también han dicho que los trabajadores que están detrás de la campaña sindical no representan a la mayoría de sus empleados. «Nuestros empleados vienen a trabajar a Amazon porque les ofrecemos los mejores puestos de trabajo disponibles. Invitamos a quién quiera que sea a que compare nuestra remuneración global, beneficios y condiciones de trabajo con puestos similares en cualquier otra empresa», dijo la portavoz de Amazon, Lisa Levandowski, cuando los trabajadores de Bessemer notificaron a la NLRB su voluntad de sindicarse en noviembre.

El presidente del RWDSU, Stuart Appelbaum, dijo al sitio de información NPR el mes pasado que más de la mitad de los trabajadores de Bessemer habían firmado tarjetas de apoyo a la representación sindical. Appelbaum declaró que los trabajadores de los depósitos se habían puesto en contacto con el sindicato durante el verano, meses después de que las instalaciones abrieran en marzo, en los primeros tiempos de la pandemia. Los trabajadores del depósito de Bessemer habían descrito las exigencias extremas de productividad y querían participar en la configuración del lugar de trabajo y supervisar también las medidas disciplinarias y los despidos, dijo Appelbaum a NPR en enero. El apoyo a la campaña sindical va más allá del depósito, y ha recibido el respaldo de otros sindicatos y la cobertura nacional.