Foto: Greenpeace Brasil
La ‘Ley de la Devastación’, en manos de Lula
Climática, 24-7-2025
Correspondencia de Prensa, 24-7-2025
Las organizaciones ecologistas y de derechos humanos piden al presidente brasileño que frene un proyecto de ley que amenaza con desmantelar las licencias ambientales y acelerar la extracción de petróleo y gas, la minería o la agroindustria en la Amazonia.
Oficialmente se denomina Proyecto de Ley de Licencias Ambientales y fue aprobado el pasado 17 de julio de 2025 por la Cámara de Diputados de Brasil. Pero el sobrenombre no puede ser más claro: Ley de la Devastación. Diferentes organizaciones ecologistas llevan meses advirtiendo del peligro de esta nueva norma, que podría acelerar la extracción de petróleo y gas, la minería, la ganadería y la deforestación en la Amazonia al simplificar los procedimientos para obtener los permisos ambientales, sin considerar «los efectos que los proyectos pueden tener en el agravamiento de la crisis climática». Y piden por ello al presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, que lo frene.
La tramitación, como destaca Human Rights Watch (HRW), se produce a escasos meses de la celebración de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30), convocada para el próximo noviembre en la amazónica localidad brasileña de Belém, donde el país «debería desempeñar un papel clave en la reunión de líderes climáticos».
«No solo es perjudicial para el medio ambiente, sino también para la salud, en particular de las comunidades indígenas y afrobrasileñas», denuncia la directora adjunta de Medio Ambiente y Derechos Humanos de HRW, María Laura Canineu. «El mundo está observando cómo Brasil podría estar un paso más cerca de una catástrofe climática. Esta Ley de la devastación debilitará las licencias ambientales, pondrá en riesgo biomas enteros, y con ellos, a millones de animales silvestres que dependen de la preservación de sus hábitats para sobrevivir», añade la directora ejecutiva global de World Animal Protection, Tricia Croasdell.
La normativa, según las organizaciones, recoge la creación de una «licencia ambiental especial» que permitiría «la aprobación rápida» de proyectos que el gobierno considere estratégicos, sin análisis de impacto ambiental, y a pesar de los posibles efectos perjudiciales sobre el medio ambiente y los derechos humanos.
Es decir, proyectos con un supuesto potencial de impacto ambiental medio o bajo podrían obtener licencias «simplemente llenando un formulario de adhesión ambiental», y las autoridades ambientales locales, estatales y federales serían responsables de la definición de las actividades en esta categoría, explica la organización. «Permitir que proyectos avancen sin evaluaciones de impacto ambiental es una receta para el desastre», prosigue Canineu.
Según la ONG, si Lula da vía libre a la normativa, «enviaría un mensaje terrible a los brasileños, cuyo derecho a un medio ambiente sano se verá afectado», y recuerda que, según el derecho internacional, «Brasil tiene la obligación de respetar los derechos humanos en sus políticas ambientales».
De aprobarse –concluyen desde HRW, «lo más probable es que empeore el cambio climático al reducir la supervisión de actividades clave que lo impulsan, como la producción de combustibles fósiles y la ganadería en la Amazonia».
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Human Rights Watch instó a Lula da Silva a vetar un proyecto de ley que debilita la protección ambiental en Brasil
Infobae, 24-7-2025

Según la ONG, la ley reduciría la protección de las comunidades indígenas y afrobrasileñas rurales cuyos territorios no han recibido reconocimiento oficial.
La organización Human Rights Watch (HRW) solicitó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, “vetar el proyecto de ley que desmantela las licencias ambientales” y promueve iniciativas que intensifican la extracción de petróleo y gas, la minería y la agroindustria en la Amazonía.
El proyecto de ley general de licencias ambientales, denominado por la oposición como «proyecto de ley de devastación”, fue aprobado el 17 de julio en la Cámara de Diputados.
Según la ONG, reduciría la protección de las comunidades indígenas y afrobrasileñas rurales cuyos territorios no han recibido reconocimiento oficial.
La organización advierte que, de promulgarse, la ley podría facilitar la extracción de petróleo y gas, minería, ganadería y deforestación en la Amazonía, ya que simplifica los trámites para permisos ambientales y prescinde del análisis de “los efectos que los proyectos pueden tener en el agravamiento de la crisis climática”.
HRW advierte que la aprobación del “proyecto de ley de devastación” se produce a pocos meses de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30), prevista en noviembre en Belém, Brasil, donde el país “debería de desempeñar un papel clave en la reunión de líderes climáticos”.
La normativa, según HRW, prevé la creación de una «licencia ambiental especial» para la aprobación rápida de proyectos catalogados como estratégicos por el gobierno, sin análisis de impacto ambiental y sin considerar los posibles efectos en el medio ambiente ni en los derechos humanos.
María Laura Canineu, directora adjunta de Medio Ambiente y Derechos Humanos de Human Rights Watch, afirmó que este proyecto de ley “no solo es perjudicial para el medio ambiente, sino también para la salud, en particular de las comunidades indígenas y afrobrasileñas”.
La organización sostiene que la propuesta permite que proyectos con potencial impacto ambiental medio o bajo obtengan licencias “simplemente llenando un formulario de adhesión ambiental”. La definición de estas actividades quedaría en manos de las autoridades ambientales locales, estatales y federales.
“Permitir que proyectos avancen sin evaluaciones de impacto ambiental es una receta para el desastre”, señaló Canineu.
La ONG considera que la medida “empeorará el cambio climático al reducir la supervisión de actividades clave que lo impulsan, como la producción de combustibles fósiles y la ganadería en la Amazonía”.
Para HRW, si Lula promulga la norma, “enviaría un mensaje terrible a los brasileños, cuyo derecho a un medio ambiente sano se verá afectado”. Además, recuerda que “Brasil tiene la obligación de respetar los derechos humanos en sus políticas ambientales”, conforme al derecho internacional.