Brasil – Las madres que dicen «no al asesinato» en las favelas. [Laís Martins]

Los asesinatos de niños y jóvenes en las favelas de Río de Janeiro son moneda corriente. La policía asesina a sangre fría a muchachos acusándolos de delincuentes. Las madres se han levantado para decir basta. Pero la política pro-armas de Bolsonaro y el fortalecimiento del régimen represivo no se han detenido.

Brasil – ¡Marielle vive! [Sonia Fleury]

Su asesinato hace cuatro años puso al descubierto el secuestro de la democracia y la presencia de las milicias en los subterráneos del Estado. Pero su vida se convirtió en una semilla e inspira el hackeo de la política, los mandatos colectivos y las rebeliones en las periferias.

Brasil – ¿Ni golpe, ni impeachment? [Esquerda Online – Editorial]

La escena política se encuentra en un punto muerto. En este momento, Bolsonaro no es lo suficientemente fuerte como para avanzar en su estrategia golpista, pero no es lo suficientemente débil como para ser amenazado por el impeachment.

Sin fronteras – Hay fuego bajo la tierra. [Felipe Nunes]

Ingebor Bachmann, una de las mayores poetas de lengua alemana, dejó una obra brillante siendo recientemente explorada por el público brasilero, contemplado por una bellísima publicación de "El tiempo postergado y otros poemas" organizado exquisitamente por Claudia Cavalcanti y editado por Todavia Libros.

Brasil – ¿Por qué debería Lula convocar la manifestación del 19 de junio? [Esquerda Online- Editorial]

Estamos viviendo un momento decisivo en la historia del país. Brasil se aproxima a la terrible marca de 500.000 vidas perdidas por el covid-19. El gobierno de Bolsonaro, por las acciones y omisiones ya comprobadas por la Corte Penal Internacional ante el Covid, como el criminal retraso en la compra de vacunas, es directamente responsable de esta catástrofe de proporciones bíblicas. Pero, para el genocida no es bastante.

Brasil – La normalidad de la matanza. La masacre de Jacarezinho. [Marcelo Aguilar]

La furia policial que mató a 28 personas en una favela puso de relieve, una vez más, el racismo y la violencia contra los pobres de Rio de Janeiro. Pero también sugiere una ofensiva nacional contra la división de poderes en la que los uniformados juegan un rol clave.