Estados Unidos – Trabajadores de John Deere siguen en huelga. Rechazan un sistema salarial a dos velocidades. [Dave Leshtz]

A l’encontre, 12-11-2021

Traducción de Ruben Navarro – Correspondencia de Prensa, 14-11-2021

Davenport, Iowa – En el mes de octubre, el UAW (sindicato United Auto Workers) y el movimiento obrero de Iowa [estado del Medio Oeste] siguieron movilizados. La comunidad y los medios de comunicación que simpatizan con el movimiento apoyaron firmemente a los 10.100 trabajadores en huelga de John Deere and Company. Los trabajadores del mayor fabricante de maquinaria agrícola de Estados Unidos interpretaron, y con razón, como un insulto la primera oferta de John Deere [realizada el 10 de octubre]. La empresa proponía un aumento salarial del 5% tras un año de beneficios récord. Todos habían sido considerados trabajadores esenciales, pero aparentemente ninguno era tan esencial como el director general de Deere, John May, que ganó 15,6 millones de dólares en 2020, lo que significa un aumento del 160%.

Se contaban por decenas los negocios que ofrecían descuentos en comidas, bebidas, cortes de pelo, servicios quiroprácticos, material para pesca e incluso una sesión gratuita de lanzamiento de hachas en Davenport [tercera ciudad más grande de IOWA]. El Sindicato de Minoristas y Grandes Almacenes (RWDSU) de North Liberty [un barrio periférico de Iowa City] donó 3.700 kg de alimentos a los huelguistas. El vicepresidente de RWDSU Local 110, Bob Dixon, dijo: «Esto no es otra cosa que la voracidad de las empresas… la gente tiene que unirse como miembros del sindicato y asalariados para luchar contra eso».

El líder demócrata del Senado de Iowa, Zacharia Wahls, y otros representantes demócratas expresaron su firme apoyo, al igual que la Federación de Trabajadores de Iowa, los Teamsters [sindicatos de conductores de camiones], el IOWA Farmers Union [Sindicato de Agricultores de Iowa] y el senador Bernie Sanders. El secretario de Agricultura de la administración Biden -y antiguo gobernador de Iowa (1999-2007)- Tom Vilsack visitó un piquete de huelga en Ankeny [en el condado de Polk]. «Se merecen un salario justo y un trato justo», dijo Vilsack a los trabajadores. Les agradeció el apoyo a su campaña para gobernador en 1998: «La UAW me apoyó desde el principio. No me olvido de la gente que estuvo conmigo».

El día de las elecciones del estado de Iowa [2 de noviembre de 2021] fue también el día en que los miembros de la UAW votaron el contrato renegociado, después de haber rechazado por abrumadora mayoría el primer proyecto de contrato el 10 de octubre. El segundo proyecto de contrato renegociado entre Deere y la dirección de la UAW preveía un aumento inmediato del 10% y dos aumentos adicionales del 5% a lo largo de un contrato de seis años. Los trabajadores recibirían una bonificación de 8.500 dólares tras la ratificación del contrato. Deere también hizo algunas concesiones en materia de asistencia sanitaria y jubilación, pero mantuvo el sistema salarial de dos niveles, según el cual los «empleados adicionales» cobraban mucho menos que sus compañeros que efectuaban el mismo trabajo.

Muchos miembros del sindicato, preocupados por el salario a medida que se acercan las vacaciones [de fin de año], estiman que es el momento de «cantar victoria» y volver al trabajo. Pero la mayoría no estuvo de acuerdo y rechazó el segundo acuerdo por un 55% contra un 45%. Para algunos, el rechazo refleja el descontento con sus propios dirigentes sindicales. Otros subrayan la incertidumbre sobre el plan propuesto por la empresa para la mejora continua de los salarios, que se basa en un sistema de incentivos complejo y, por lo tanto, incierto. Muchos señalan también la sensación generalizada de que la dirección de John Deere no los respeta, a pesar de su lealtad y del trabajo duro que realizaron durante la pandemia de Covid.

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El descontento fue aún mayor cuando la dirección de John Deere obtuvo una orden para limitar a cuatro la cantidad de trabajadores en los piquetes de huelga. La orden llegó a prohibir que encendieran fuego para calentarse por la noche. Las tensiones se agudizaron aún más cuando Richard Rich, miembro del UAW, de 56 años de edad y responsable del depósito en Deere desde hace 15 años, fue atropellado por un coche y murió trágicamente mientras cruzaba una carretera mal iluminada, cerca de un piquete de huelga.

El apoyo de la población parece mantenerse y los sindicatos de Iowa siguen apoyando al UAW. El Hawkeye Area Labor Council de Cedar Rapids [ciudad del Iowa], el OBEW 405 [Confraternidad Internacional de Trabajadores de la Electricidad] y la Federación de Trabajadores de Iowa City recogen y entregan comestibles y productos de higiene a los huelguistas.

La dirección de Deere insiste en que el contrato que está sobre la mesa es su «última, mejor y definitiva oferta». Según el Des Moines Register, un directivo de Deere amenazó de manera apenas velada con compensar el enlentecimiento de la producción nacional a través del traslado de parte del trabajo a plantas en el extranjero. La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, y los senadores Charles Grassley y Joni Ernst, los tres son miembros del Partido republicano, no han comentado aún esta posibilidad de que los puestos de trabajo de sus estados sean transferidos a trabajadores de otros países.

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¿Seguirá adelante el movimiento sindical de Iowa? Las dos partes estarían dialogando, pero el resultado es difícil de predecir. La mayoría de los huelguistas actuales son jóvenes y el conocimiento que tienen de la historia del movimiento obrero de Iowa -lo que podría motivarlos- es escaso. No saben que antes del UAW estuvieron los Farm Equipment Workers, que organizaron el sindicato en John Deere hace más de 70 años (véase el libro del historiador laboral Toni Gilpin The Long Deep Grudge: A Story of Big Capital, Radical Labor, and Class War in the American Heartland, Haymarket Books, marzo de 2020).

Tuve la oportunidad de conversar con varios miembros del UAW, y no sabían que la asamblea legislativa de Iowa, dirigida por los republicanos, llegó casi a destruir los sindicatos del sector público en 2017 al eliminar el capítulo 20 [el código sobre los términos y condiciones de empleo de los trabajadores del sector público], una ley de negociación colectiva de Iowa que había funcionado bien y de manera justa -sin huelgas- desde la década de 1970. A pesar de los grandes esfuerzos del Centro Laboral de la Universidad de Iowa por informar y educar a los trabajadores, aún nos queda mucho camino por recorrer.

La buena noticia es que el ataque republicano contra la negociación colectiva en el estado de Iowa no tuvo éxito. Los sindicatos deben organizar una votación cada vez que se renegocia un contrato. Para ratificarlo, más del 50% de los empleados deben votar «sí», y cada abstención se cuenta como un «no». Contrariamente a los pronósticos, casi todos los sindicatos del estado obtuvieron una mayoría de votos «sí» de los empleados para la nueva certificación.

Son muchos los obstáculos, pero el movimiento sindical avanza en Iowa.

(Artículo publicado en The Nation)

* Dave Leshtz es redactor responsable de The Prairie Progressive (A Newsletter for Iowa’s Democratic Left) y miembro de la American Federation of Teachers [Federación Estadounidense de Docentes] Local 716.