International Socialism Project, 2-4-2024
A l’encontre, 3-4-2024
Traducción de Correspondencia de Prensa, 6-4-2024
Cuando Donald Trump empieza a vender biblias para Pascua 1, sabemos que necesita dinero.
Y eso a pesar de la ganancia inesperada de más de 4.000 millones de dólares que se embolsó (y sigue subiendo: 7.850 millones el 26 de marzo) cuando su red social Truth entró en el mercado de valores NASDAQ [una bolsa centrada en empresas especializadas en tecnología], en lo que probablemente acabará siendo una jugada “meme fallida”, sobre todo si Trump pierde las elecciones de 2024.
Pero los dos proyectos de Trump para ganar dinero llegan en un momento crucial para él. Enfrentado a un plazo que vence en marzo para pagar una fianza de casi 500 millones de dólares mientras apela la sentencia en su contra en el caso civil de Nueva York por sus prácticas empresariales fraudulentas, está desesperado por evitar la cárcel y permanecer entre las filas de las personas más ricas de EE UU. Justo cuando parecía que Donald Trump iba a tener que sufrir las consecuencias de su incapacidad para conseguir una fianza de una firma financiera de renombre, un tribunal de apelaciones de Nueva York le concedió un breve indulto. El tribunal amplió el plazo para el pago de la fianza, a la vez que redujo la cantidad a 175 millones de dólares. Una vez más, el sistema judicial saca de apuros a Trump.
En la medida en que los problemas legales de Trump son el telón de fondo inevitable de su campaña, no siempre resulta claro saber qué impacto real están teniendo en sus perspectivas de futuro. Pero detrás de los titulares, están causando estragos.
Tomemos en consideración los siguientes puntos:
– El año pasado, el Comité Nacional Republicano (RNC, Republican National Committee) tuvo su peor año de recaudación de fondos ajustada en función de la inflación desde 1993.
– La campaña de Joe Biden aventaja actualmente a la de Donald Trump en casi un 50% (155 millones de dólares frente a 109 millones) en términos de dinero recaudado y dinero en caja, y tiene más del doble de dinero en el banco que los republicanos.
– Trump sigue perdiendo millones en gastos legales.
– La reciente fusión entre la campaña de Trump y el RNC -en la que la nuera de Trump [Lara Trump, casada con Eric Trump] se convirtió, el 8 de marzo de 2024, en copresidenta del RNC- llega con condiciones. El comité de acción política de Trump, Save America PAC, que paga sus facturas legales, podrá embolsar fondos antes de que el RNC o los partidos republicanos a nivel estatal reciban dinero alguno.
– En los partidos republicanos de los principales estados indecisos se están produciendo luchas de facciones entre los partidarios de Trump y los políticos que no lo son (por ejemplo, en Michigan). Deben hacer frente a acusaciones penales por su implicación en el sistema de falsos electores de Trump en 2020 (por ejemplo, en Nevada, Michigan y Georgia) o a escándalos que obligaron a dimitir a los líderes de estos GOP (Partido Republicano) (por ejemplo, en Arizona y Florida).
– Miembros republicanos clave de la Cámara de Representantes estadounidense han dimitido en un número sin precedentes, lo que sugiere que el Partido Republicano podría perder su escasa mayoría en la Cámara antes de las elecciones de 2024.
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Son signos de un partido bajo presión, si no en total desorganización. Sin embargo, hay dos grandes grupos que tienen un gran interés en restar importancia a estos hechos: el primero, por supuesto, es el propio Partido Republicano. No quiere que sus partidarios piensen que se trata de una basura cuando intenta organizarlos para ganar las elecciones presidenciales. El segundo es el «frente popular» en torno a Biden y los demócratas, que creen que una victoria de Trump significaría el fin de la democracia y del orden constitucional. Es difícil afirmar que la oposición es un monstruo fascista cuando ni siquiera es capaz de hacer su trabajo más básico.
El estafador que es Trump en realidad apuesta por los incautos -aquellos que creen que ha leído la Biblia o que sigue a los especuladores del mercado a corto plazo que van a hacer subir sus acciones sin valor- para pagar sus facturas legales y financiar su carrera hacia la presidencia. ¿Han recurrido Trump y el Partido Republicano a estos medios «no convencionales» dado que los medios convencionales -recaudar dinero de las empresas y los ricos- les están vedados? ¿Las grandes empresas están abandonando realmente a su preciado escuadrón de choque en Washington? Ni lo piensen.
Recordemos todo el revuelo mediático sobre las grandes empresas estadounidenses que juraron dejar de dar fondos a los políticos del GOP que habían apoyado los disturbios del 6 de enero de 2021 y la «gran mentira» de las elecciones presidenciales «amañadas» y «robadas» de 2020 que los acompañaron. Aunque las grandes empresas emitieron declaraciones condenando el 6 de enero y colaboraron con los principales medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales para garantizar una «transición pacífica» entre Trump y Biden, sigue siendo una farsa creer que son los campeones de la democracia. Como siempre en la política estadounidense, seguir la trayectoria del dinero es la mejor manera de entender lo que ocurrió.
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Efectivamente, pocos meses después del 6 de enero, la mayoría de las grandes empresas volvieron a hacer donaciones a los políticos del GOP. Los periodistas de investigación liberales Rebecca Crosby y Judd Legum demostraron que al menos 50 grandes empresas, entre ellas Microsoft, Walmart, AT&T y General Motors, donaron un total de 23 millones de dólares al Partido Republicano, desde 2021, a quienes negaron el resultado de las elecciones.
Es probable que el esquema anterior, establecido en 2016 y 2020, cuando la mayor parte del dinero de las firmas fue a parar a los candidatos presidenciales demócratas, se repita en 2024. Para las grandes firmas, el estilo caótico de Trump, su oposición al libre comercio y a la inmigración y su incapacidad para contener la pandemia eran razones más que suficientes para preferir a Hillary Clinton en 2016 y a Joe Biden en 2020. Sin embargo, una vez que Trump asumió el cargo y se comportó -retórica y tuits aparte- como un conservador tradicional en materia de impuestos, desregulación y jueces favorables a las empresas, la comunidad empresarial estuvo más que feliz de hacer su juego. Así que nadie debería pensar que la comunidad empresarial está considerando seriamente abandonar sin más al GOP.
En el mundo más reducido de los multimillonarios republicanos conservadores, el acercamiento a Trump ya está en marcha. El fondo especulativo de Wall Street Paulson&Co (John Alfred Paulson, que hizo su fortuna con las hipotecas de alto riesgo) está planeando una recaudación de fondos en abril de 2024, con un gran número de estos plutócratas. Su objetivo es recaudar 33 millones de dólares de una sola vez, lo suficiente para batir el récord de 26 millones logrado por los demócratas el 28 de marzo en su acto de recaudación de fondos en Nueva York, al que asistieron tres de los cuatro presidentes del Partido Demócrata en vida.
Es importante señalar que la mayoría de estos plutócratas ideológicos han hecho su fortuna en las finanzas, la tecnología, el comercio minorista y los casinos. Utilizan sus fortunas personales para posicionarse como jugadores en caso de una victoria de Trump en noviembre. Para ellos, «el Estado de derecho», «la Constitución» y otros aspectos por los que se supone que se preocupan los conservadores con principios no los motivan realmente dado que podrían correr el riesgo de pagar impuestos más altos por su fortuna. La promesa de Joe Biden de aumentar el impuesto a las empresas al 25% (un tipo inferior al que prometió en 2020) y de añadir un recargo a los multimillonarios ha hecho que éstos se preparen para volver a apoyar a Trump.
«El incremento de impuestos de Biden es realmente visto con hostilidad por la gente de Wall Street con la que hablo, incluso por algunos de los republicanos más moderados de Wall Street que generalmente no tienen una orientación conservadora», dijo Stephen Moore, un asesor económico ajeno al equipo de Trump, al Washington Post (29 de marzo). «La tasa más alta sobre las plusvalías, la tasa más alta sobre las corporaciones – todo eso es un anatema para esa gente.»
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Esta camarilla de multimillonarios es lo suficientemente rica como para ayudar a Trump a compensar su déficit frente a Biden. Pero Trump aún podría acabar con un déficit sustancial frente a Biden. Recordemos que, en 2020, la campaña de Biden recaudó y gastó más de 1.600 millones de dólares, frente a los 1.000 millones de Trump. Estas sumas asombrosas siguen haciendo de la carrera presidencial una contienda entre diferentes grupos de ricos y de los grandes del mundo de los negocios. Pero estas sumas representan -tomadas en conjunto- aproximadamente lo que Trump ganó en un día con su operación de «pump and dump» de acciones. 2 No obstante, representan sólo la mitad de la subvención de 8.500 millones de dólares otorgada a una planta de chips de Intel Corp. que Joe Biden anunció en un reciente viaje de campaña a Arizona (New York Times, 20-3-2024).
En otros términos, las elecciones estadounidenses son demasiado caras para que los ciudadanos comunes y corrientes puedan opinar sobre ellas, pero son una bendición para las empresas y los ricos que buscan ganarse los favores del gobierno. La América de los negocios puede prosperar con cualquiera de los dos partidos en la Casa Blanca. Puede que estas consideraciones no sean tan conmovedoras como una «lucha por el alma de la nación» o la «defensa de la democracia», pero se acercan mucho más a lo que los líderes del establishment bipartidista piensan que está en juego en noviembre.
* Lance Selfa, autor de The Democrats: A Critical History (Haymarket, 2012) y editor de U.S. Politics in an Age of Uncertainty: Essays on a New Reality (Haymarket, 2017).
Notas de A l’encontre
- Según Evangeliques.info el 2 de abril: «¡La única Biblia aprobada por el presidente Trump!» El ex presidente estadounidense y candidato presidencial el próximo noviembre ya tenía su propia marca de zapatos y perfumes, y ahora vende Biblias. El 26 de marzo publicó un video en su red social Truth Social en el que invitaba a sus seguidores a comprar la «God Bless the USA Bible» («Biblia Dios bendiga a EE.UU.»), con un mensaje que dirigía a un nuevo sitio web del mismo nombre. Además del texto bíblico, contiene textos de los fundadores de la historia de Estados Unidos. Según la misma fuente, además de la Declaración de Independencia y el Juramento de Lealtad a la bandera de Estados Unidos, contiene «el estribillo manuscrito de una famosa canción del cantante de country Lee Greenwood, ‘God Bless the USA’, cantada a menudo desde 1984 en los mítines políticos republicanos». APnews señala que esta publicación se produce en un momento en el que aumentan los costos legales de Donald Trump. ↩
- El «pump and dump» (P&D) es una forma de fraude sobre los valores mobiliarios que consiste en inflar artificialmente el precio de una acción en cartera mediante declaraciones positivas falsas y engañosas (pump), con el fin de vender la acción comprada a bajo precio a un precio más alto (dump). ↩