Soldados israelíes con colonos judíos a la entrada del pueblo cisjordano de Turmus Aya, 21 de junio de 2023. Foto: Yonatan Sindel/Flash90)
A l´encontre, 16-10-2023
Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur
Correspondencia de Prensa, 19-10-2023
Mientras el mundo se concentra en la masacre perpetrada por Hamás en el sur de Israel y el bombardeo masivo de Israel contra la Franja de Gaza, los colonos en la ocupada Cisjordania están aprovechando el caos para atacar y expulsar a las y los palestinos de una serie de pequeñas aldeas.
Según el Ministerio de Salud palestino en Ramala, soldados y colonos israelíes han matado a 51 palestinos en Cisjordania desde el sábado. 1, alrededor de cincuenta palestinos han sido asesinados, seis a manos de los colonos, los demás a manos del ejército”. (Editor)] Al menos dos aldeas, Al-Qanub y Wadi Al-Sik, quedaron completamente vacías de sus habitantes tras la violencia cometida por los colonos israelíes.
Un palestino de At-Tuwani, una aldea en el área de Masafer Yatta en las colinas del sur de Hebrón, se encuentra en estado crítico después de que un colono, acompañado por un soldado israelí, entrara en la aldea el viernes y le disparara a quemarropa. El ataque fue documentado por el grupo israelí de derechos humanos B’Tselem.
Los soldados israelíes establecen nuevos puestos de control para bloquear el movimiento de las y los palestinos. El jueves 12 de octubre por la tarde, cerca de Yabrud, al noreste de Ramala, unos soldados dispararon contra un vehículo que transportaba a una familia palestina, según sus familiares. Randa Abdullah Abdul Aziz Ajaj, de 37 años, murió y su hijo, Ismail Ajaj, recibió heridas en el pie y el hombro. Su marido y otro niño también estaban en el vehículo pero no resultaron heridos. Un portavoz de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) dijo que los soldados abrieron fuego porque el coche «conducía peligrosamente» y los soldados se sintieron amenazados.
En toda Cisjordania, las y los residentes palestinos están viendo una mayor presencia de colonos armados alrededor de sus aldeas, más puestos de control militares y mayores restricciones de movimiento. “En este momento vivimos en un estado de sitio. La mayoría de las aldeas de Cisjordania están rodeadas de montículos de tierra y es imposible salir”, dijo un residente de la aldea de Qaryut. “Hay colonos por todas partes. Cada vez que nos acercamos a una casa cerca de una colonia, nos disparan. Están aprovechando la situación en Gaza para vengarse en Cisjordania. Porque ahora nadie se interesa por Cisjordania”.
El miércoles 11 de octubre, en la aldea de Qusra, cerca de Nablus, tres palestinos –Moa’th Odeh, Musab Abu Rida y Obida Abu Sarur– fueron asesinados a tiros, mientras que una niña de 6 años resultó herida en la parte superior del cuerpo. Se desconoce quién abrió fuego contra ellos. El ataque comenzó con colonos encapuchados disparando contra casas de la aldea, según tres testigos presenciales y personal médico que atendió a los heridos en el lugar. Imágenes de vídeo muestran a seis hombres enmascarados, armados con pistolas y rifles M-16, abriendo fuego dentro del pueblo. Más tarde ese mismo día, según testigos presenciales, otro residente, Hassan Abu Sarur, de 13 años, también fue asesinado a tiros cuando los soldados entraron en la aldea después de que los colonos se hubieran retirado del pueblo.
Los medios de comunicación palestinos informaron el jueves de que colonos atacaron el funeral de cuatro residentes de Qusra [en la provincia de Nablus] que fueron asesinados el día anterior. Según el Ministerio de Salud palestino, los colonos mataron a tiros a un padre y a su hijo, Ibrahim y Ahmed Wadi.
Durante los dos días anteriores, los colonos de Esh Kodesh [puesto de avanzada de colonos] y sus alrededores habían enviado mensajes de advertencia a los residentes de Qusra, amenazando con venganza en respuesta al ataque de Hamás en el sur de Israel. En una fotografía enviada a los residentes hace unos días, se puede ver a un grupo de hombres enmascarados sosteniendo latas de combustible, una sierra eléctrica y hachas, con una leyenda en hebreo y árabe: “A todas las ratas de alcantarilla del pueblo de Qusra, os estamos esperando y no tendremos piedad con vosotros. Se acerca el día de la venganza”.
Según un residente de Qusra que pidió ser identificado únicamente por su nombre de pila, Abed, “todo empezó al mediodía, cuando 20 hombres enmascarados invadieron el pueblo y apedrearon las casas de las familias que vivían en las afueras. Procedían del puesto avanzado de Esh Kodesh. Corrimos hasta allí para sacar a las familias de sus casas, porque los colonos habían intentado prenderle fuego a una de ellas. En el interior se encontraban una madre, un padre y una hija. Mientras intentábamos sacar a la niña de la casa, comenzaron a dispararnos y alcanzaron a la niña. Mataron a tres personas”.
Según testigos presenciales, al menos 15 palestinos resultaron heridos en el tiroteo. El personal médico que atendió a los heridos dijo que el estado de algunos de ellos era crítico.
«Evacué a una niña que había sido herida de bala dentro de su casa y estaba sangrando», dijo Bashar al-Kariyuti, un paramédico palestino que llegó al lugar durante el ataque. “El padre de la niña también recibió un disparo en la cara. Era imposible reconocerlo”.
Ahmed, un tercer testigo del incidente que pidió que no se revelara su apellido por razones de seguridad, dijo que los soldados permanecieron dentro de su puesto de observación mientras los colonos abrían fuego contra los habitantes de Qusra. “A mi primo le dieron en la cabeza, a mi hermano le dispararon justo a la entrada de su casa. Luego los soldados tomaron la [grabadora de video digital] que grabó todo; una hora después del suceso vinieron y confiscaron las cámaras. Estoy seguro de que lo hicieron para borrar las pruebas”.
Los residentes de Qusra dijeron que un pequeño número de soldados acompañaron a los colonos durante todo el ataque. Cuando los habitantes del pueblo arrojaron piedras a los colonos para obligarles a retirarse, los soldados apoyaron a los colonos con fuego real, según los residentes.
Al comentar el ataque, un portavoz del ejército israelí dijo: “Una fuerza de las FDI que operaba en las afueras de Qusra informó haber oído disparos. Se está investigando la acusación de que los palestinos fueron alcanzados por disparos”.
Además del incidente de Qusra, los colonos han atacado al menos 18 aldeas palestinas en Cisjordania desde la ofensiva de Hamás del sábado (7 de octubre), según Yesh Din [Voluntarios por los Derechos Humanos], un grupo israelí de derechos humanos. El ejército anunció que, debido a la situación de seguridad, la policía distribuiría rifles M-16 a los colonos de Cisjordania. Los medios de comunicación asociados con grupos de colonos extremistas en la región pidieron a los colonos que se preparen para «conquistar las aldeas cercanas» y «destruir a cualquiera que se una al enemigo».
El lunes 9 de octubre, la violencia perpetrada por los colonos provocó la expulsión de todos los residentes de Al-Qanub, una pequeña aldea situada al norte de Hebrón que cuenta con ocho familias y está cerca de los asentamientos de Ma’ ale Amos y Asfar. Los residentes de la aldea dijeron que los colonos quemaron tres casas, hechas de barras de hierro cubiertas con tela gruesa, con todas sus pertenencias dentro.
«Los colonos se nos acercaron, me agarraron y me dijeron que teníamos una hora para abandonar la aldea», dijo Abu Jamal, un residente de Al-Qanub. “Entonces llegaron unos diez colonos, echaron gasolina y prendieron fuego a mi casa. Allí vivían siete personas. Se incendiaron los armarios, la comida, todo. También quemaron la casa de mi hijo y me robaron todas mis ovejas y mi sustento. No volveremos allí. Tengo 67 años y mis hijos han sufrido traumas psicológicos”.
Wa’ed, una residente del pueblo, tomó a sus hijos y se escondió en un valle cercano. “Tengo hijos, un bebé de 6 meses, uno de 2 años y otro de 5 años”, dice. “Corrí y me escondí con ellos en el valle cuando entraron los colonos. Escuché el sonido de los disparos y pensé que habían matado a mi marido. Cuando se fueron, vi que habían quemado todo lo que nos pertenecía”.
Las familias que viven en las afueras de Turmus Ayya [en la provincia de de Ramala], cerca del asentamiento de Shiloh, dijeron que ocho colonos armados, parcialmente vestidos con uniformes militares, les ordenaron abandonar sus hogares. También establecieron una especie de puesto de control, que han mantenido desde entonces. «El primer día de la guerra, un grupo de colonos construyó un puesto a pocos metros de nuestras casas, cerró nuestra carretera de acceso a las casas y, desde entonces, ha permanecido allí todo el tiempo», dijo Abdullah, un residente local. “Somos 25 personas, muchos de ellos niños y mujeres, que no podemos salir ni entrar al pueblo. Regresamos a casa pasando por los olivares. Cualquiera que salga de su casa, incluidas las mujeres, es detenido y registrado”.
En una zona montañosa al sur de Hebrón, los colonos atacaron violentamente a los residentes de dos pequeñas aldeas el martes, y los colonos arrasaron dos casas en la aldea de Simri, cuyos residentes ya se habían ido debido a la violencia de los colonos.
Un residente anciano hospitalizado con heridas en la espalda y las piernas, que pidió permanecer en el anonimato por temor a que los colonos se vengaran de él, dijo: “Tres colonos vinieron a por mis hijos. Uno con arma militar, el segundo con un rifle, el tercero con un cuchillo. Me dijeron que me callara y empezaron a golpearme con la culata de una pistola. Me hicieron caer al suelo, cerraron la puerta de la casa a los niños y también golpearon a mi esposa en el pecho. Me dijeron que ahora era la guerra y que si decía algo a los medios volverían por la noche y quemarían mi casa. Les grité que era pastor y que no tenía nada que ver con la guerra en Gaza”.
(Artículo publicado en el sitio israelí +972 el 13 de octubre de 2023)
- En Le Monde del 15 al 16 de octubre, Samuel Forey escribe: “Un total de 16 palestinos fueron asesinados por el ejército israelí el viernes 13 de octubre, bautizado “día de la ira””. En Le Monde del 17 de octubre, el mismo periodista escribió: “En una semana, la más mortífera desde que las Naciones Unidas registraron este tipo de abusos [en Cisjordania ↩