Brasil – En defensa del programa que eligió a Lula, el PSOL votó en contra del marco fiscal. [Esquerda Online]

Sesión de la Cámara de Diputados en que aprobó el marco fiscal, Brasilia, 23-5-2023. Foto: Lula Marques/Agência Brasil

En defensa del programa que eligió a Lula, el PSOL votó en contra del marco fiscal

Esquerda Online, editorial, 24-5-2023

Traducción de Correspondencia de Prensa, 25-5-2023

La Cámara de Diputados aprobó el marco fiscal, que ahora pasa al Senado. Hubo 372 votos a favor y 108 en contra del texto-base presentado por Claudio Cajado (Partido Progresistas). El partido de Bolsonaro, (Partido Liberal), dio 30 votos a favor de la nueva regla. Los diputados del PSOL votaron en contra.

El partido considera que la limitación de la inversión pública, impuesta por el nuevo techo de gasto, dificultará el cumplimiento de las promesas de campaña de Lula. La eventual incapacidad del gobierno para mejorar la vida de la población sólo interesa a la extrema derecha. Por eso, el PSOL se ha posicionado en contra del ajuste fiscal que restringirá los recursos a las áreas sociales y al desarrollo económico.

El proyecto original de Fernando Haddad (Ministro de Hacienda), que preservaba la austeridad neoliberal, fue muy empeorado por el Centrão (coalición parlamentaria de derecha: ndt) de Artur Lira (Partido Progresistas, presidente de la Cámara de Diputados: ndt). El Fundeb (Fondo de Mantenimiento y Desarrollo de la Educación Básica), que financia la educación básica, entró en el nuevo techo. Así como el piso de recursos para la enfermería.

Además, se establecieron gatillos de castigo draconianos. Si el gobierno no cumple con las audaces metas del superávit primario, habrá restricción automática de fondos, incluyendo a la salud y la educación. En este escenario, también está prevista la congelación de los salarios de los funcionarios públicos y la prohibición de los concursos laborales.

El Centrão y el mercado financiero ponen la soga al cuello al gobierno

La derecha liderada por Artur Lira votó mayoritariamente a favor del marco fiscal. El mercado financiero y los banqueros celebraron la aprobación de la nueva regla fiscal endurecida por el ponente de los “centristas”. Campos Neto, presidente del Banco Central nominado por Bolsonaro, también aplaudió la nueva ley, al tiempo que indicó que mantendrá altos los tipos de interés.

No fue el proyecto que eligió a Lula el que ganó anoche, 24 de mayo. Fueron las fuerzas políticas reaccionarias vinculadas a los intereses de las élites dominantes. Han puesto una camisa de fuerza al gobierno, que tendrá límites estrictos al avance de la inversión pública. En caso de frustración de los ingresos o de recesión económica, la situación será aún peor, porque los recortes del gasto serán obligatorios en todos los ámbitos. Ni siquiera la salud y la educación pública quedaron fuera del techo de gasto.

El objetivo de los “centristas” es arrinconar aún más a Lula. No se conformará con el marco empeorado. No habrá tregua, como esperaban algunos sectores de la izquierda. La derecha mayoritaria en el Congreso y la extrema derecha quieren ahora, por ejemplo, vaciar los ministerios de Pueblos Indígenas y Medio Ambiente, quitándoles funciones esenciales como la demarcación de tierras indígenas. La CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación) contra el MST (Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra) ya se ha establecido. El pacto de gobernabilidad con Artur Lira, como parecen querer sectores del gobierno y del PT, podría costar la supervivencia del programa de cambio que eligió a Lula.

Lula fue elegido para poner fin al techo de gasto de Temer y ampliar las inversiones. El programa victorioso en las urnas se compromete a generar empleos e ingresos, recuperar derechos, aumentar la calidad y el acceso a la salud, la educación y la vivienda y preservar el medio ambiente. La mayoría del pueblo trabajador no votó por la aplicación de una política de austeridad fiscal.

Los que se beneficiarán del eventual fracaso del gobierno son la extrema derecha. Tanto es así que decenas de diputados de Bolsonaro votaron a favor del marco fiscal. De hecho, Bolsonaro, en una reciente declaración, dijo que no quería perjudicar el avance de la nueva regla fiscal en el Congreso.

A pesar de estos hechos, hay sectores de la izquierda que critican al PSOL por posicionarse en contra del nuevo techo de gasto. Afirman que el partido le hizo “el juego a la derecha”, perjudicando al gobierno. Nada más engañoso.

Primero, que la gran mayoría de la derecha votó a favor del marco fiscal y celebró su aprobación. Segundo, que lo que puede sabotear al gobierno de Lula no es el voto del PSOL contra un gobierno neoliberal, sino la incapacidad de cumplir lo prometido al pueblo debido a las concesiones a las élites dominantes.

En tercer lugar, que el PSOL tiene una historia de coherencia política que invalida cualquier asociación del mismo con la derecha y la oposición bolsonarista. El partido estuvo contra el golpe a Dilma, estuvo con Lula desde la 1ª vuelta, está en el combate activo contra la extrema derecha golpista, apoya todas las medidas progresistas del gobierno y defiende un programa para revertir el legado de Temer y Bolsonaro. El PSOL trabaja para que el gobierno de Lula tenga éxito

Cabe destacar que las críticas de la izquierda al nuevo techo no se limitan al PSOL. 22 diputados del PT y uno del PCdoB, entre ellos Rui Falcão, Lindbergh Farias, Natalia Benevides y Orlando Silva, publicaron una importante declaración crítica con el marco fiscal. En ella, lamentan que no haya sido posible “liberar al poder público del estrangulamiento provocado por los intereses del capital rentista, que pretende someter al Tesoro al pago de intereses abrasadores sobre la deuda pública, a costa del empobrecimiento del pueblo brasileño y del desangramiento de nuestra economía”.

La posición del PSOL también es compartida por muchas organizaciones sindicales, movimientos sociales y economistas de izquierda, que consideran que la nueva norma va en contra de las necesidades del desarrollo económico con justicia social y preservación del medio ambiente.

La lucha para derrotar a la extrema derecha y realizar los cambios económicos y sociales necesarios pasa por dar vuelta la página de la austeridad neoliberal. Y también construyendo otra lógica de gobernabilidad, que se base en la movilización social y la presión popular de izquierda. La aprobación del marco fiscal en alianza con Artur Lira fue un “tiro en el pie” del gobierno Lula.