Bielorrusia – «La guerra de Rusia en Ucrania no es nuestra guerra. Podemos detenerla, debemos detenerla». [Alexander Yarashuk]

Alexander Yarashuk (Belarusian Congress of Democratic Trade Unions)

A l’encontre, 31-3-2022

Traducción de Correspondencia de Prensa, 1-4-2022

«Queridos compatriotas, queridos trabajadores y trabajadoras,

La guerra de Rusia contra Ucrania lleva ya más de un mes. Desde el comienzo de la guerra, Bielorrusia se alineó con Rusia. Sus tropas entran en Ucrania desde nuestro territorio, sus cohetes son lanzados y sus aviones despegan desde nuestro territorio. Y cuanto más se involucra Bielorrusia en la guerra, cuanto más su participación en la agresión destruye infraestructuras, casas, mata a civiles ucranianos, mujeres, ancianos y niños, más aumentan las sanciones de la comunidad internacional contra ella.

Estamos empezando a sentir los efectos. Los precios suben, las empresas cierran o empiezan a trabajar a tiempo parcial y comienzan los problemas salariales. La crisis ya ha afectado a empresas estratégicas como MZKT [fábrica de tractores], refinerías de petróleo y Belaruskali [una de las mayores empresas estatales: productora de fertilizantes]. Por primera vez en muchos años, Belaruskali tuvo que pedir un préstamo bancario para pagar los salarios de sus empleados.

Pero esto no es más que el principio. La determinación de la comunidad internacional de sancionar a los responsables de la guerra y la magnitud de las sanciones son tales que, en pocos años apenas, no quedará nada de la economía moderna del país. Nunca antes en su historia, Bielorrusia había tenido que enfrentarse a semejante desafío.

El país se degradará paulatinamente hasta alcanzar el nivel técnico y tecnológico de la economía de mediados del siglo pasado. Esta degradación irá acompañada de un desempleo endémico, de salarios extremadamente bajos, de pobreza y de una vida miserable para la población.

Además, Bielorrusia, con Rusia como agresor militar, deberá pagar miles de millones de dólares en reparaciones a Ucrania por los enormes daños causados por la guerra. Al igual que la Alemania nazi pagó reparaciones a la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial. Fue así como se establecieron en Minsk MAZ [fábrica de automóviles], MTZ [maquinaria agrícola], Motovelo [motocicletas] y otras fábricas.

Bielorrusia tendrá que pagar la aventura de participar en la guerra contra Ucrania poniendo en juego su propio futuro. Para los próximos años, el país ya puso en juego su propia existencia como Estado independiente y soberano, y su población va a quedar al borde de la supervivencia física.

Pocos países del mundo han vivido guerras tan sangrientas en su historia como el nuestro. Debemos hacer todo lo posible para recuperar una buena reputación, para que Bielorrusia nunca sea considerada como un agresor militar. ¿Y quién más que nosotros podría hacerlo? El nombre de nuestro país, los nombres de nuestros pueblos y ciudades no deben representar la amenaza y el peligro para el pueblo de la vecina Ucrania, un pueblo que es nuestro hermano. No deben representar la muerte.

Yo, Alexander Yarashuk, me dirijo a ustedes como presidente del Congreso Bielorruso de Sindicatos Democráticos. La guerra de Rusia en Ucrania no es nuestra guerra. Podemos detenerla, debemos detenerla. La mayoría absoluta de los bielorrusos -el 97%- no quiere que Bielorrusia participe en la guerra en Ucrania. Nuestros descendientes no nos perdonarán nuestro silencio en el momento más crítico de nuestra historia. Es difícil imaginar algo peor que lo que nos está ocurriendo hoy. ¡Nunca y en ningún lugar del mundo la exigencia de acabar con la guerra ha sido un crimen! Y nunca y en ningún lugar del mundo ha habido una causa más noble que la de oponerse a la guerra, a la matanza de inocentes, mujeres, ancianos y niños.

En nuestros centros de trabajo, en nombre de los colectivos laborales, exijamos: ¡No a la guerra, No a la participación de Bielorrusia en ella! Exijamos que se prohíba el envío de tropas bielorrusas a Ucrania ¡El retiro de las tropas rusas de nuestro país! ¡Hagámoslo ahora, hagámoslo hoy! ¡Porque mañana será demasiado tarde! ¡Porque mañana, para los bielorrusos, puede que ya no haya un mañana!

Este escenario catastrófico para el país sólo puede ser evitado si Bielorrusia se niega a enviar sus tropas a Ucrania y exige la retirada de las tropas rusas de su territorio. Sólo así el país podrá evitar la inevitable destrucción de la economía por sanciones sin precedentes. Queridos compatriotas, queridos trabajadores y trabajadoras, el destino de nuestra Bielorrusia natal, el destino de nuestro pueblo, el destino de nuestros hijos y nietos depende hoy de nosotros. Y no son sólo palabras solemnes. Nunca han reflejado tan bien toda la tragedia de lo que les ha ocurrido a los bielorrusos. Bielorrusia nunca ha estado tan cerca de una catástrofe en su historia y nunca ha conocido tal vergüenza». – Minsk, 29-3-2022  (Publicado en la Red Sindical Internacional de Solidaridad y de Luchas, 30-3-2022)