Francia – Los trabajadores, víctimas de la “guerra económica”. El derecho laboral maltratado por decreto. [Dossier]

60 horas por semana y vacaciones obligatorias: los trabajadores, víctimas de la “guerra económica”

Mientras que el consejo científico que asesora al ejecutivo recomienda que se mantenga el confinamiento durante cinco semanas más, el gobierno ha anunciado hoy en detalle las 25 primeras disposiciones especiales promulgadas en el marco del estado de emergencia sanitaria. Malas noticias para los trabajadores.

Rapports de Force, 25-3-2020

Traducción de R. Navarro – Correspondencia de Prensa, 27-3-2020

El gobierno garantiza que se trata de medidas temporales y excepcionales en “sectores de actividad limitados”, cuya lista se dio a conocer por decreto este jueves 25, y durante el tiempo que dure el estado de emergencia sanitaria, es decir, dos meses por el momento. El Código de Trabajo va a ser enmendado o, utilizando el lenguaje del gobierno, “flexibilizado” o “adaptado”. El anuncio fue hecho por Muriel Pénicaud, ministra de Trabajo (1), en la conferencia de prensa que siguió a la reunión del Consejo de Ministros del miércoles 25 de marzo.

Por ejemplo, las nuevas ordenanzas gubernamentales sobre el derecho laboral derogan la norma del máximo de 48 horas semanales de trabajo. Excepcionalmente, los trabajadores podrán trabajar hasta 60 horas por semana. Esta disposición favorece una vez más las horas extras libres de impuestos y sin aportes a la seguridad social. Una fórmula muy apreciada por las empresas, que no necesitan contratar a nuevos empleados.

La semana de trabajo semanal pasará a ser de 46 horas, en lugar de las 44 actualmente, por un período de 12 semanas consecutivas. Otro cambio es la posibilidad de trabajar el domingo en sectores no autorizados hasta ahora. Pero “en base al voluntariado”, dijo la Ministra de Trabajo. Un “trabajo voluntario” probablemente limitado en las empresas en las que el poder del patrón es difícilmente discutible.

Ataque contra las vacaciones

Muriel Pénicaud indicó también que los empresarios podrán fijar unilateralmente “una semana de licencia para todos los empleados al mismo tiempo”. Los patrones podrán también decidir en qué momento autorizar hasta 10 días de RTT  (2). El único límite a esta libertad patronal es la exigencia de “un convenio colectivo con los sindicatos o los empleados a nivel de rama o de empresa”. Una “garantía” bastante débil, especialmente en las empresas en las que no hay presencia sindical. Con esta medida, el gobierno está limitando efectivamente las licencias que los trabajadores podrán tomar una vez que el confinamiento haya terminado. Por primera vez durante esta crisis, el gobierno se está anticipando. Salvo que anticipa la posibilidad de que todos tengamos que trabajar este verano, sin vacaciones.

Estas medidas son rechazadas por los sindicatos, que reclaman, en vano, el cierre de la producción no esencial para reducir la propagación del coronavirus. E incluso en los sectores estratégicos, esta decisión gubernamental no queda nada clara. “Es una herejía, porque en estos sectores esenciales, justamente, tenemos que cuidar a los trabajadores movilizados. No podemos añadir al riesgo de epidemia un riesgo de fatiga, de agotamiento por una mayor duración de la jornada laboral y una reducción de los períodos de descanso”, explicó Yves Veyrier, secretario general del sindicato Fuerza Obrera en declaraciones a la radio RTL esta mañana.

Cuando llegue el momento de “la reconstrucción”, ¿qué medidas van a ser mantenidas y cuáles no? Por supuesto, no podemos afirmar nada por ahora. Sin embargo, la experiencia del estado de emergencia contra el terrorismo, que ha sido renovado  una y otra vez, nos muestra cómo algunas de las disposiciones excepcionales han pasado a formar parte del derecho ordinario, lo que debe alertarnos. Y también las declaraciones del Primer ministro Édouard Philippe, explicando al principio de la conferencia de prensa que estas medidas se inscriben en el marco de un “largo esfuerzo”.

Notas

1) Muriel Pénicaud, ha sido dirigente de varias empresas, algunas de ellas multinacionales: Dassault, Danone, Orange, SNCF y otras. En Danone, por ejemplo, participó en el despido de 900 trabajadores en Europa, al mismo tiempo que obtenía una ganancia de 1,13 millones de euros gracias a sus acciones en la empresa. Tiene un patrimonio de unos 7 millones y medio de euros. (Redacción Correspondencia de Prensa)

2) RTT: Reducción del Tiempo de Trabajo, descanso compensatorio cuando la semana laboral supera las 35h legales. Cuenta de “ahorro de tiempo”: acumular días de licencia o, en cambio, cobrar licencias no tomadas. (Redacción Correspondencia de Prensa)

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Jornada y semana de trabajo, seguro de paro parcial, licencia… El derecho laboral maltratado por decreto

Tres textos que modifican la ley, presentados el miércoles 25 en Consejo de ministros, en plena crisis del coronavirus. En particular, modificaciones sobre el tiempo de trabajo y la licencia.

Bertrand Bissuel, Le Monde, 25-3-2020

Traducción de Correspondencia de Prensa

Como en los primeros meses del quinquenio, el gobierno modifica el código laboral mediante ordenanzas. Este miércoles 25 de marzo, veinticinco textos modificatorios fueron presentados al Consejo de ministros, tres de los cuales se refieren a las relaciones entre empleados y empleadores, así como al porvenir de los desocupados.

Pero el contexto actual no tiene nada que ver con el del principio del mandato de Emmanuel Macron: las veinticinco resoluciones en cuestión han sido adoptadas en el marco de la ley de emergencia para combatir el Covid-19, aprobada por el Parlamento el pasado domingo 22 de marzo. Se trata de medidas excepcionales que, en principio, sólo se aplicarían durante el período de crisis sanitaria.

Las medidas relacionadas con el derecho laboral tienen por objetivo el de limitar la reducción de personal en las empresas y proteger a los trabajadores activos, tanto los que tienen trabajo como los que lo buscan. Las disposiciones se caracterizan por una mayor flexibilidad otorgada a los patrones en la gestión de su personal y por el apoyo individual a las personas. Una especie de flexiseguridad, que sería transitoria, para hacer frente al impacto provocado por la epidemia.

Jornada laboral, tiempo de trabajo

Una de las tres principales ordenanzas dadas a conocer el miércoles permite a ciertas categorías de empresarios la posibilidad de prescindir de las normas de derecho común sobre el tiempo de trabajo. Actualmente, un trabajador no debe trabajar más de 44 horas semanales (durante 12 semanas consecutivas); a partir de ahora, este límite puede alcanzar las 48 horas.

Además, los empresarios podrán disponer de un asalariado durante 60 horas por semana. La legislación actual ya prevé esta posibilidad, con previa autorización y según los casos en los servicios descentralizados del Estado, como indicaron los portavoces de Muriel Pénicaud, Ministra de Trabajo. Pero la derogación (relativa al máximo de cuarenta y seis y de sesenta horas) será mucho más amplia, ya que es probable que se aplique en “sectores particularmente necesarios para la seguridad de la nación o la continuidad de la vida económica y social”. Estos sectores incluyen “el transporte, la logística, la agroindustria, la agricultura, la energía y las telecomunicaciones”, dijo un miembro del gabinete de la ministra Pénicaud.

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La Ministra de trabajo, Muriel Pénicaud.

Las empresas que operan en estos mismos sectores estratégicos tendrán también más margen para desplegar sus equipos los domingos, con el objetivo de poder operar los siete días de la semana en caso de picos de actividad. Además, el período mínimo de descanso entre dos días de trabajo podrá reducirse de once a nueve horas de ahora en adelante.

El sábado, al comienzo de los debates en la Asamblea Nacional sobre el proyecto de ley de emergencia, el Primer Ministro Edouard Philippe subrayó que estas nuevas normas no van más allá de “un cierto número de límites impuestos (…) en el marco comunitario [europeo]”.

En otras palabras, aunque Francia se aleje momentáneamente del derecho común en el plano nacional, sigue respetando el conjunto de normas establecidas por la Unión Europea. El objetivo, según Edouard Philippe, es “permitir que el trabajo continúe y limitar los despidos masivos y las quiebras que llevarían a la ruina a miles de empresas y a millones de franceses”.

Licencia

Entre las medidas que flexibilizan la ley en beneficio de los patrones, está también la relativa a “las fechas en que se toman una parte de las licencias”.

A partir de ahora, el empleador tendrá la opción de imponer o de diferir las vacaciones por períodos que no superen los “seis días laborables”. Además, podrá anunciarlo a sus empleados con sólo un “día hábil” de antelación y no cuatro semanas, como lo indica la ley actualmente. Sin embargo, sólo podrá hacerlo si un acuerdo dentro de la empresa o del sector industrial lo permite. Por otra parte, las “fechas de RTT” y los “días de descanso correspondientes a la cuenta de ahorro de tiempo” [Ver nota 2, artículo precedente] pueden ser impuestos o modificados “unilateralmente” por la dirección, sin necesidad de  convenio colectivo.

Seguro de desempleo

Otra de las ordenanzas, presentadas el miércoles al Consejo de ministros, tiene que ver con los beneficiarios del seguro de desempleo. Así, los derechos al subsidio serán prolongados a todos los desocupados [sólo quienes cobran el seguro de paro] si llegaran al límite durante el mes de marzo.

El objetivo es evitar que miles de personas caigan en la indigencia total o tengan que recurrir a  las prestaciones sociales mínimas en momentos en que las perspectivas de encontrar un nuevo empleo son muy escasas.

Seguro de paro parcial

En los próximos días será emitida una ordenanza suplementaria para facilitar el seguro de paro parcial. El ejecutivo se inspira de Alemania, que durante la crisis de 2008-2009 había adoptado medidas de este tipo para garantizar que las empresas no tuvieran que despedir a su personal. Y Alemania lo logró, según observan los asesores de la ministra Pénicaud: la economía alemana “pudo recuperarse más rápidamente” pese a que la recesión había sido más aguda que en Francia, ya que nuestros vecinos supieron proteger los puestos de trabajo.

El gobierno encabezado por Edouard Philippe quiere adoptar hoy un enfoque similar: hacer todo lo posible para proteger la capacidad de las empresas, gracias a un sistema de trabajo a tiempo parcial que es “el más protector de Europa”, según el Ministerio de Trabajo.

El plan será extendido a los empleados a domicilio, a las cuidadoras de niños, vendedores a domicilio y a los trabajadores cuyo tiempo de trabajo se cuenta en días y no en horas. También habría algunas mejoras, en particular para los trabajadores a tiempo parcial: por ejemplo, los que trabajan a medio tiempo y cobran el salario mínimo recibirán el 100% de la mitad del salario mínimo nacional (y no el 84% como es el caso por ahora).

Las organizaciones sindicales lamentan que los cambios introducidos en los horarios de trabajo, descanso y vacaciones queden, en muchos casos, en manos de la patronal. Las centrales esperaban que el gobierno dejara un espacio más amplio para el diálogo social. Algunas de ellas, como la CGT (Confederación General de Trabajadores), temen, por otra parte, que estas derogaciones continúen aplicándose mucho más allá del período de confinamiento.