México – Tlatelolco en 1968, Ayotzinapa en 2019. Y sigue la impunidad. [Liga de Unidad Socialista]

Crímenes de Estado

Liga de Unidad Socialista (LUS)

Ciudad de México, 2-10-2019

Correspondencia de Prensa, 4-10-2019

A 51 años de la de masacre de Tlatelolco y a poco más de cinco años la desaparición en la noche de Iguala de los 43 de estudiantes de los normalistas de Ayotzinapa, feminicidios normalistas a poco y de más las de fosas Ayotzinapa, México sigue siendo el país de los frecuentes feminicidios, de los desparecidos, de las fosas clandestinas y de una violencia que no cesa: ¿cuándo cesará esta noche de impunidad de tantos crímenes?

En su mañanera del 30 de septiembre pasado AMLO (Andrés Manuel López Obrador) amenazó con la continuación de la violencia del gobierno, lo dijo muy claramente: “Si queremos protestar para que no haya actos autoritarios, de prepotencia, que fue lo que llevó a la represión del 2 de octubre del 68, tenemos que actuar por la vía pacífica.”

No es así. La violencia siempre ha provenido del Estado, de esa máquina, de represión que son las policías y ante todo de los cuerpos militares entrenados para reprimir que ahora durante el gobierno de AMLO se han visto reforzados con la Guardia Nacional.

Los estudiantes en 1968 fueron víctimas de la masacre del 2 de octubre perpetrada por el ejército y las policías federales. En Tlatelolco los estudiantes, de manera pacífica ejercían legítimamente su derecho a manifestarse y el gobierno respondió dando órdenes a los militares que dispararan impunemente, asesinando a cientos. En el caso de los normalistas de Ayotzinapa, igualmente, iban sin armas a trasladarse a la manifestación del 2 de octubre de 2014 cuando fueron agredidos por las policías municipales y estatales y las bandas de los mercenarios de los cárteles con la complicidad del ejército que fue testigo directo de las acciones de la trágica noche de Iguala. Es el estado el origen y el instrumento del monopolio de la violencia en la sociedad capitalista en decadencia en la que vivimos.

Durante los meses que lleva el nuevo gobierno de AMLO la violencia no ha cesado: siguen los feminicidios, siguen las desapariciones, siguen los asesinatos de periodistas. Las marrullerias judiciales siguen enredando el caso de los 43 de Ayotzinapa y a cinco años de las investigaciones el gobierno de AMLO se mantiene estancado sin ir más allá de la “verdad histórica” de Peña Nieto y Murillo Karam.

1968 al nivel mundial

1968 fue el año del levantamiento juvenil en todo el mundo: en Francia, Alemania occidental, Italia, Japón, Pakistán, Egipto, Argentina, etc. Se escenificaron movimientos de rebeldía estudiantiles y juveniles. En Checoslovaquia, el movimiento estudiantil desempeñó un papel central en la iniciación de la lucha por la democracia socialista durante la primavera y el verano de 1968. En Pakistán, los estudiantes provocaron una crisis social de proporciones revolucionarias cuya consecuencia fue la caída del régimen de Ayub Khan.Las movilizaciones de la juventud estadounidense se unieron a las de millones de jóvenes en el mundo en defensa del pueblo vietnamita que luchaba contra la guerra imperialista en ese país. La movilización juvenil en Estados Unidos llegó a ser de tal magnitud que la derrota de Washington en Vietnam puede atribuirse en gran parte a ella. En México, durante el verano de 1968, las manifestaciones de miles y miles de estudiantes se originaron con una protesta estudiantil en contra del autoritarismo del gobierno represor, todo ello enmarcado en la lucha por las reivindicaciones democráticas, provocaron una crisis política sin precedentes en el régimen de Díaz Ordaz. Quién tuvo que lanzar al ejército a que reprimiera violentamente las acciones multitudinarias, ordenando el encarcelamiento de cientos de dirigentes y jóvenes estudiantes. La osadía de los estudiantes mexicanos sólo fue exigir, entre otros, el derecho a manifestarse, la libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de reunión y castigo a los responsables de la represión;

La terrible masacre de Tlatelolco el 2 de octubre de ese año marcó definitivamente una época para el represivo y antidemocrático régimen priista. Cientos de estudiantes, obreros, mujeres y pueblo en general fueron acribillado en ese día, más de mil fueron encarcelados y el estado de terror resultante puso punto final al heroico movimiento estudiantil mexicano. Tanta sangre derramada, sin embargo, no fue en vano. Desde entonces se inició la cuenta regresiva del PRI-gobierno y el ejemplo del movimiento estudiantil- popular de 1968 dio la pauta para el surgimiento de otros grandes movimientos populares de masas que han pugnado y pugnan por la democratización del país y la forja de un nuevo México independiente y soberano. Esto sólo será posible con la organización de los trabajadores, campesinos, indígenas, mujeres en un gran frente independiente de la clase empresarial y del gobierno.

¡Hacia la organización democrática e independiente de los trabajadores y del pueblo!