El defensor de Derechos Humanos José Martínez Cruz, segundo desde la izquierda.
Tribunal dicta sentencia absolutoria a favor del defensor de Derechos Humanos, José Martínez Cruz y resuelve en contra de CNDH por la persecución y criminalización del defensor.
Comunicado – Artículo 19, Ciudad de México, 23-7-2025
Correspondencia de Prensa, 29-7-2025
Tras casi cinco años de una campaña de persecución y criminalización impulsada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en contra del defensor José Martínez Cruz, después de su salida de la Dirección General de la Primera Visitaduría —cargo que desempeñó entre enero y agosto de 2020—, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito determinó que las denuncias penales y administrativas interpuestas por el organismo, carecen de fundamento y no cuentan con sustento probatorio. En consecuencia, se dictó sentencia absolutoria a su favor.
La Sala Superior resolvió que, al no haberse acreditado las acusaciones, no procedía sanción alguna. El juicio de amparo promovido por José Martínez Cruz fue favorable, adquiriendo el carácter de sentencia firme y cosa juzgada. Por tanto, las imputaciones no pueden reabrirse ni volverse a discutir, ya que hacerlo vulneraría el principio de seguridad jurídica. No obstante, durante casi cinco años, la CNDH insistió en reactivar las acusaciones, sin éxito.
Ante ello, las organizaciones firmantes hacemos este llamado de exigencia público para que la CNDH acate a cabalidad las resoluciones judiciales emitidas, y cese toda forma de hostigamiento institucional contra el defensor.
José Martínez Cruz ocupó el cargo de Director General de la Primera Visitaduría de la CNDH de enero a agosto de 2020, periodo durante el cual tuvo a su cargo el expediente de la Recomendación CNDH/2018/VG sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Tras su renuncia, motivada por diferencias con la titular de la CNDH respecto a la autonomía del organismo y el papel del Ejército en el caso, la CNDH inició una serie de acciones legales en su contra, basadas en entrevistas que Martínez Cruz concedió a diversos medios de comunicación. Estas acciones incluyeron demandas penales por supuesta revelación de información privilegiada y acusaciones administrativas por presuntas faltas graves, ninguna de las cuales fue sustentada con pruebas.
La Fiscalía General de la República desechó las acusaciones penales al determinar el no ejercicio de la acción penal. Asimismo, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa resolvió en primera instancia a favor de Martínez Cruz, protegiendo su derecho a la libertad de expresión. Pese a ello, la CNDH persistió con recursos de revisión y una campaña sistemática de difamación a través de sus plataformas institucionales, lo que llevó a la incorporación de Martínez Cruz al Mecanismo Federal de Protección a Personas Defensoras y Periodistas, medida que la CNDH cuestionó públicamente.
El Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito emitió una sentencia definitiva, declarando cosa juzgada que las acusaciones de la CNDH carecen de fundamento. La Sala Superior determinó que no se acreditó ningún beneficio económico o de prestigio derivado de las entrevistas, reafirmando la legalidad de las acciones de Martínez Cruz y su derecho a la libertad de expresión. Esta resolución, que ha causado ejecutoria, es inapelable y constituye la verdad legal.
Por lo anterior, exigimos a la CNDH:
1. Cese inmediato de la persecución contra José Martínez Cruz y el uso indebido de recursos públicos para criminalizar a defensores de derechos humanos.
2. Cumplimiento cabal de las resoluciones judiciales que declaran la inocencia de José Martínez Cruz.
3. La emisión de una disculpa pública y la reparación integral del daño causado por casi cinco años de hostigamiento, difamación y vulneración de sus derechos.
Hacemos un llamado a la sociedad y a las autoridades a vigilar el actuar de la CNDH, que, lejos de cumplir su mandato constitucional de proteger los derechos humanos, ha incurrido en prácticas que los violentan. Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la libertad de expresión y la labor de las personas defensoras de derechos humanos.
Organizaciones firmantes:
Artículo 19
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh)
Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”
Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos A. C.
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El prestigio que defendemos es la dignidad humana
José Martínez Cruz
lodehoy, Morelos, 28-7-2025
La solidaridad nos fortalece para continuar en esta lucha por los derechos humanos de todas y todos. Celebramos con alegría cada paso que damos para lograr que haya verdad y justicia. Así como lo hacemos con los demás, asumimos todas las tareas para alcanzar un futuro diferente, donde nadie esté solo cuando requiere un abrazo solidario.
Por eso agradecemos el apoyo que durante casi 5 años recibimos, para lograr la resolución del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, que determinó absolverme de las falsas acusaciones de la CNDH en mi contra, declarando cosa juzgada y verdad legal que no admite controversia alguna.
La CNDH miente al afirmar que fui despedido por haber filtrado información confidencial y no pública sobre el caso Ayotzinapa. No fui despedido. Renuncié de manera pública mediante un comunicado y ratifique en un documento firmado ante el jurídico de la CNDH, no hay documento alguno que muestre que fui despedido. La acusación de haber filtrado información privilegiada sobre el caso Ayotzinapa, se derivó posteriormente a mi renuncia, por entrevistas que me hicieron sobre las causas de las diferencias sostenidas con la Presidenta de la CNDH. En efecto, yo le presenté y entregué un borrador de informe sobre el papel del Ejército en el caso Ayotzinapa, con información que consta en el expediente que dio origen a la Recomendación por Violaciones Graves 15/2018/VG en el caso Iguala. En las entrevistas mencioné que esa información, contenida en un expediente de más de un millón 200 mil fojas, debería ser pública para llegar a conocer la verdad y la justicia en el caso Ayotzinapa. La CNDH pretendió acusarme de usar información del caso ante el Órgano Interno de Control durante el Acta de Entrega Recepción sin acreditarlo, concluyendo con un documento que me entregó un año después, firmado por el OIC donde archivó el procedimiento sin encontrar irregularidades durante mi gestión de 8 meses al frente de la Dirección General de la Primera Visitaduria de la CNDH. La CNDH asegura sin prueba alguna que tuve un rezago en la atención de quejas y que hubo cero avance en el caso Ayotzinapa, cuando posteriormente a mi renuncia despidió al equipo que trabajó conmigo en dicho borrador, mismo que nunca ha dado a conocer, para ocultar el papel del Ejército en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
La CNDH miente al señalar que el proceso legal se alargó por el Amparo que interpuse y que finalmente gané, omitiendo que sus denuncias por las vías penal y administrativa las perdió en la primera instancia ante la PGR que determinó el no ejercicio de la acción penal y el tribunal de justicia administrativa que determinó que no había prueba de beneficio económico por mis opiniones vertidas en las entrevistas públicas en medios de comunicación posteriormente a mi renuncia a la CNDH. Su amparo contra la PGR no procedió y otro amparo contra el tribunal administrativo lo resolvió un Tribunal Colegiado, que aceptó cambiar el argumento inicial de que obtuve un beneficio económico por el de incrementar mi «prestigio» por haber sido entrevistado en diversos medios de comunicación. Por esa razón es que, con el apoyo y asesoría del Instituto Federal de la Defensoria Pública en su área de Litigio Estratégico, recurrí al Amparo que fue favorable a mis derechos y recurrí a la SCJN para que entrara al fondo del asunto de la violación a la libertad de expresión establecida en la Constitución. La Segunda Sala de la SCJN no entró al fondo del asunto y remitió el caso al Tercer Tribunal Colegiado de Justicia Administrativa para que emitieran una nueva resolución conforme lo establecía el Amparo, mismo que fue en el sentido de que no se acreditó la existencia de la responsabilidad administrativa atribuida al presunto responsable y resolvió que no hay sanción alguna. Ante ésta ejecutoria del Amparo, sabiendo la CNDH que no procedía recurso alguno, volvió a interponer un recurso de revisión para alargar la persecución y ensañamiento judicial, misma que concluyó con la confirmación de la absolución de cualquier acusación de la CNDH en mi contra, declarando cosa juzgada y verdad legal que no admite reclamación ni recurso alguno, como pretendía la CNDH, ya que se vulneraria la certeza jurídica si se revisara nuevamente los argumentos ya resueltos previamente en el Amparo.
El odio visceral y el alarde de prepotencia y abuso de poder de la CNDH expresado en mi contra, es ominoso pero previsible, ya que repite los ataques infamantes que ha realizado en contra de defensores de derechos humanos y periodistas que cuestionan su subordinación al poder en lugar de defender los derechos humanos de todas y todos los que han sufrido violaciones por parte de autoridades gubernamentales.
La CNDH repite las descalificaciones contra las organizaciones defensoras de derechos humanos que me han acompañado, diciendo falsamente que han sido «nebulosas» en el caso Ayotzinapa, cuando estas organizaciones han sido las que han acompañado desde el inicio a los padres y madres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, junto al GIEI, para avanzar en las líneas de investigación que implican al Ejército.
Lejos de ofrecer una disculpa pública y cesar su campaña de criminalización, la CNDH exhibe públicamente su triste papel de instrumento persecutorio contra quienes luchamos por la verdad y la justicia.
A pesar de todo, con la resolución final de los tribunales a mi favor, logramos demostrar que la dignidad nos permite continuar luchando por transformar la realidad que nos toca vivir, agradecido por la solidaridad que nos fortalece, con la convicción de que gobierne quien gobierne, los derechos se defienden.