Rishi Sunak durante una conferencia de prensa en Downing Street, antes de la votación sobre la legislación destinada a enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda. Imagen: Toby Melville/PA Wire/empics/picture alliance
International ViewPoint, 27-5-2024
Traducción de Federico Rivera
Correspondencia de Prensa, 6-6-2024
Esta declaración de Anti*Capitalist Resistance fue publicada el 22 de mayo, cuando el primer ministro Rishi Sundak anunció las elecciones generales británicas para el 4 de julio.
1. Los conservadores son el enemigo de clase. Como socialistas, lo tenemos claro: los conservadores son el enemigo de clase que representa los intereses de las grandes empresas y algunas de las ideas más reaccionarias de nuestra sociedad. Como dijo el fundador del NHS, Nye Bevan, «son más bajos que las alimañas». Condenaron a millones de personas a la semi-inanición». Cualquier derrota aplastante de los conservadores es algo que celebramos, junto con millones de trabajadores agotados por 14 años de austeridad, racismo despiadado e insensible desprecio por el coste de la vida. Por eso no dudamos en decir: ¡Echar a los conservadores, mantener las luchas y organizar la resistencia!
2. ¿Qué queremos decir con «mantener las luchas»? Bajo un nuevo gobierno laborista, no hay tiempo para hacer una pausa o aflojar en nuestra lucha. Esperar a que se «asienten» es un lujo que no nos podemos permitir. Estamos clamando por un cambio progresivo con respecto al anterior régimen conservador, eso está claro. Los sindicatos deben exigir que un gobierno laborista sea un catalizador del cambio radical, no una razón para volverse inactivos.
3. Elecciones en Londres. Estas elecciones hacen que la protesta del 22 de junio en Londres, en la que se pedía Restaurar la Naturaleza Ahora, sea aún más importante. Tenemos que mantener la presión. La manifestación debe ser una llamada de atención a todos los políticos y a la sociedad civil de que el medio ambiente es la batalla central porque no se trata de otra cuestión aparte; se trata de la base misma de la vida en este planeta. Tenemos que luchar para construir nuestros movimientos incluso durante los periodos electorales; la batalla de la política se ganará a través de las fuerzas de masas que pasen a la acción para luchar por el futuro.
4. Las políticas laboristas rara vez divergen significativamente de las conservadoras, pero la base de los laboristas en el movimiento sindical de masas y su integración en estas organizaciones de la clase trabajadora es una ventaja única. Esto representa una oportunidad para defender una agenda socialista utilizando más vías de poder que las que tenemos bajo un gobierno conservador. Los sindicatos deben aprovechar esta influencia para impulsar políticas salariales y de condiciones de trabajo que aborden la crisis del coste de la vida. Los laboristas deben eliminar toda la legislación antisindical y establecer una «carta de derechos» para los trabajadores. Significa luchar para revertir una década de austeridad que ha devastado nuestras comunidades y nuestras vidas. El King’s College de Londres estimó que alrededor de 148.000 personas murieron debido a las políticas de austeridad del gobierno entre 2010 y 2020.
5. Hay algunas políticas obvias que deben abordarse de inmediato: eliminar la legislación sobre Ruanda; poner fin a la guerra contra los refugiados y a la redada de inmigración; eliminar las recomendaciones de Cass; implantar ya controles de alquiler para la vivienda, eliminando el derecho a la compra, y una expansión masiva de las viviendas sociales; acabar con la plaga de los bancos de alimentos mediante salarios más altos y una mejor seguridad social; acabar con el tope de las prestaciones por dos hijos. Un gobierno laborista debe pedir un alto el fuego inmediato en Gaza y detener todas las ventas de armas y otros apoyos estratégicos a Israel, eliminando las recientes restricciones al derecho de protesta y organización.
6. Nos solidarizamos con los oprimidos después de las elecciones, pero también en el contexto de las elecciones, que anticipamos tendrán como protagonista la «guerra cultural» y prevemos un recrudecimiento de los ataques. Los refugiados (con las redadas de inmigración y la política de deportación a Ruanda), las personas discapacitadas (con los ataques a las prestaciones sociales), los gitanos, romaníes y nómadas (con los ataques legislativos a su modo de vida), las personas trans (que se enfrentan a los ataques a la autonomía médica y al aumento de los delitos de odio), los musulmanes (con la islamofobia contrapuesta al genocidio en curso en Gaza), y los ucranianos y palestinos que luchan por su liberación nacional contra la horrible violencia colonial.
7. Dos políticas climáticas conservadoras fueron declaradas ilegales por los tribunales por no aportar pruebas suficientes de que existían políticas suficientes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Un gobierno laborista debe dar prioridad al clima, poner fin a la extracción de petróleo y gas del Mar del Norte y cambiar rápidamente hacia una economía baja en carbono, con transporte público de acceso gratuito y energías renovables. Sus ataques a los derechos democráticos de protesta también han sido declarados ilegales por el Tribunal Supremo.
8.La financiación de emergencia y la reforma radical del NHS (Sistema nacional de salud) basada en la coproducción, con plena autonomía corporal (para mujeres, discapacitados, personas trans y todo el mundo) deben estar garantizadas en su constitución.
9. Después de las elecciones, debemos estar atentos y preparados para organizarnos contra cualquier resurgimiento de la extrema derecha, muchos de los cuales están esperando un gobierno laborista «despierto» para empezar a movilizarse, sobre todo aprovechando los resentimientos sociales reaccionarios que expresan cada vez más los hombres jóvenes. Incluso las tibias medidas de un gobierno laborista son demasiado para estos fascistas enfurecidos, tan decididos a borrar cualquier sentimiento de esperanza en un futuro mejor. Podemos ver el crecimiento de Reform UK (ultraderecha) a la derecha de los tories como prueba de que el amargo dolor del capitalismo está forzando a un número no insignificante de personas a echarse en brazos de la política reaccionaria, donde ven el odio racista contra los refugiados como la única forma de dar sentido al mundo.
10. Como organización anticapitalista, ACR tiene claro que ninguna elección al parlamento puede resolver los problemas fundamentales con los que lucha la gente. El parlamento no es neutral bajo el capitalismo, y está envuelto en el poder del capital. La democracia bajo el capitalismo está limitada y distorsionada; limitada únicamente al ámbito de la «política» y no a la economía más amplia en la que pasamos la mayor parte de nuestras vidas trabajando; distorsionada por la riqueza y la tradición, lastrada por el dinero que fluye hacia los medios de comunicación, la publicidad y la promoción de los partidos respaldados por los ricos. Defendemos una visión más radical de la sociedad, en la que tengamos democracia participativa, control en el lugar de trabajo y una economía socializada basada en las necesidades humanas, no en el beneficio privado; una sociedad alineada con los límites planetarios, que no destruya nuestro medio ambiente en nombre del crecimiento y los negocios. Un mundo de abundancia radical y riqueza pública, no de escasez y miseria para miles de millones. Esta es nuestra visión del mundo futuro, por la que nos comprometemos a luchar.