AFP – DELPHINE MAYEUR
L’insurgé, 26-5-2024
Correspondencia de Prensa, 5-6-2024
A partir del 14 de mayo, con la adopción unilateral por la asamblea francesa de diputados, bajo propuesta del gobierno de Macron, de la reforma del padrón electoral que busca perpetuar el carácter colonial de Kanaky (Nueva Caledonia) los kanak se rebelaron. Bloqueos de calles y carreteras, barricadas, saqueos a supermercados y comercios, en particular de firmas francesas. Las “fuerzas del orden” enviadas desde la metrópolis suprimen las barricadas, pero éstas vuelven a formarse. Eliminan las barricadas de los independentistas, pero no las de las milicias armadas “blancas”.
En un comunicado del 31 de mayo, el FLNKS, junto a partidos que se reclaman nacionalistas o progresistas, exige que “el presidente de la República sea explícito y afirme claramente que no convocará al Congreso de Versalles y abandone esta reforma institucional”. (Redacción de Correspondencia de Prensa). Véase el artículo de Carine Fouteau: Nueva Caledonia – El dramático retorno de la represión colonial.
***
En los últimos quince días (desde el 14 de mayo), el gobierno francés provocó noches de revuelta en Kanaky (Nueva Caledonia) al tratar de imponer una ampliación del padrón electoral en el archipiélago. 1
Esta reforma, aprobada por la Asamblea Nacional (diputados) el 14 de mayo, pretende convertir a los Kanaks en una minoría en su propio país. El proyecto, que también ha sido adoptado por el Senado (el 2-4-2024), permitiría a los partidos no independentistas del archipiélago ganar miles de votos y asegurarse el control de las instituciones. Para ser definitivamente adoptado, este proyecto de reforma constitucional debe aún ser validado por el Congreso en Versalles (sesión conjunta de diputados y senadores).
Los dos votos, en la Asamblea y en el Senado, vuelven a abrir las heridas de la historia colonial francesa.
Emmanuel Macron y su gobierno, incluido (el ministro del Interior) Darmanin, desataron su arsenal represivo: desplegaron miles de gendarmes y policías, fue declarado el estado de emergencia y los independentistas fueron sometidos a arresto domiciliario.
Durante su visita al «Caillou» («Promontorio, como se la llama en Francia a Nueva Caledonia) el 22 de mayo, Emmanuel Macron declaró que «iría paso a paso por cada barrio, cada rotonda, cada barricada»; las fuerzas de seguridad «permanecerán el tiempo que sea necesario, incluso durante los Juegos Olímpicos»; «hay que restablecer el orden republicano».
Luego hizo una falsa concesión, prometiendo «que esta reforma no se impondrá por la fuerza hoy». ¿Hoy? Quizás, pero para mañana no se comprometió a nada porque su objetivo seguía siendo el mismo, simplemente darse «algunas semanas» para «el apaciguamiento, la reanudación del diálogo con vistas a un acuerdo global».
Y para este «diálogo», el Estado imperialista se encarga de crear una «misión de diálogo» compuesta por tres altos funcionarios.
Desde entonces, la oposición del pueblo kanak a este proyecto de texto constitucional no ha cambiado. Continúan las manifestaciones kanak apoyadas por el FLNKS (Frente de Liberación Nacional Kanak y Socialista) y por la C.C.A.T (Célula de Coordinación de las Acciones de Terreno creada en 2023).
La C.C.A.T emitió una declaración el 25 de mayo en la que denunciaba:
– La represión policial,
– Los crímenes racistas en los que participaron funcionarios leales y milicias caldoches (población blanca, europea o mestizada),
– La postura del Estado colonial, que durante 171 años ha utilizado constantemente la violencia para oponerse a las reivindicaciones del pueblo kanak,
– El discurso del presidente Macron, en el que pide que se restablezca el orden, con el despliegue de 3.000 soldados frente a las manifestaciones pacíficas,
– La detención de más de 200 jóvenes en la Gran Numea (la capital y su zona periférica, de los que no tenemos ninguna información hasta la fecha.
La C.C.A.T sigue movilizada por el retiro del texto sobre la descongelación del cuerpo electoral y la aprobación a la fuerza orquestada por el gobierno de Macron con el apoyo de los lealistas.
Kanaky está en la lista de territorios a descolonizar (establecida por la ONU, ndt), pero para el Estado francés, para Macron, renunciar a su colonia significa renunciar al 30% de los recursos mundiales de níquel, significa renunciar a los recursos marítimos del Pacífico y, sobre todo, significa renunciar a la posición estratégica del territorio: de hecho, está en juego el lugar que ocupa como potencia imperialista, un lugar también amenazado en otros confines del imperio (incluido Tahití).
La lucha del pueblo kanak es la de todos los pueblos oprimidos del mundo, por lo que todas las organizaciones sindicales y los partidos de origen obrero deben solidarizarse con el pueblo kanak para imponer al imperialismo francés, y en particular al gobierno de Macron, la satisfacción de las legítimas reivindicaciones democráticas del pueblo kanak:
-Apoyo incondicional al pueblo kanak y a sus reivindicaciones,
-Retirada de las fuerzas de represión,
-Derecho a la independencia.
Nota
- En los acuerdos de Matignon (1988) y los de Numea (1998) fue establecido que el censo electoral estaría compuesto por los kanak y las personas radicadas en el archipiélago 10 años antes de 1988, así como sus descendientes, quedando habilitadas para votar en elecciones provinciales y referéndums. De esta manera, las personas recién llegadas (desde Francia) no podrían decidir sobre el futuro de Kanaky. Hay que señalar que las elecciones provinciales permiten conformar el gobierno local. La reforma que pretende imponer el gobierno francés otorga el derecho a votar en esos comicios a todos los nacidos en Kanaky o que viven en el archipiélago desde hace 10 años al día de hoy. ↩