A l’encontre, 4-4-2023
Traducción de Correspondencia de Prensa, 5-4-2023
Mientras el movimiento innovador del sindicato Amazon Labor Union crecía -y, en cierto modo, comenzaba a declinar- en 2022, Amazon gastó millones de dólares para pagar expertos antisindicales y asegurarse de que el movimiento sindical fracasaría. Así lo demuestran nuevos documentos.
Como informó por primera vez HuffPost el 31 de marzo, los nuevos datos financieros presentados ante el Departamento de Trabajo el viernes [31 de marzo] muestran que Amazon gastó 14,2 millones de dólares en expertos antisindicales. Se trata de expertos contratados por empresas para aplastar los esfuerzos sindicales, asesorando a la dirección sobre las diferentes formas de eludir o de violar las leyes federales y lograr así el objetivo de acabar con la organización sindical.
Es habitual que las empresas que quieren acabar con los sindicatos gasten grandes sumas de dinero en contratar a este tipo de expertos, que las ayudan a aplicar medidas antisindicales clásicas, como la organización de reuniones antisindicales obligatorias, algo que Amazon hizo en repetidas ocasiones.
Pero, aun así, el gasto de Amazon es sorprendentemente elevado.
«Nunca había visto a otra empresa declarar gastos tan elevados en un sólo año», dijo en Twitter Dave Jamieson, de HuffPost, el periodista que descubrió los documentos citados. Añadió que es raro que una empresa gaste más de un millón de dólares en expertos antisindicales en un año, y mucho menos 14 millones. Según HuffPost, los documentos muestran que Amazon paga unos 3.000 dólares diarios por experto. Además, en 2021, Amazon había gastado también 4,3 millones de dólares en consultores antisindicales.
La publicación de esta información ilustra las medidas extremas adoptadas por la empresa para impedir la creación de sindicatos entre sus trabajadores, en particular entre los de cuello azul.
En su comunicado, la empresa explic a que los consultores fueron contratados para «ayudarnos a expresar las opiniones de la empresa sobre la representación sindical» y «sensibilizar a los empleados sobre estas cuestiones […] y sobre sus derechos legales». Un portavoz de Amazon explicó a HuffPost que la empresa trabaja con firmas antisindicales para «garantizar que nuestros empleados estén plenamente informados sobre sus derechos».
Lo cierto es que, en los últimos años, la empresa ha violado repetidamente la legislación laboral, como lo han denunciado los representantes de los trabajadores. La empresa y sus asesores les dieron informaciones falsas a los trabajadores sobre los sindicatos en las reuniones que organizó ante un público cautivo, sin otra opción, según declararon los trabajadores.
El aumento de los gastos antisindicales de Amazon del año pasado se produjo en un momento en el que el sindicato estaba ganando una importancia sin precedentes dentro de la empresa.
Después de un año en el que los trabajadores del depósito de Bessemer, Alabama vieron cómo sus históricos esfuerzos eran aplastados por lo que los responsables sindicales calificaron de «lucha antisindical ilegal», la empresa tuvo que hacer frente -a principios de 2022- a nuevas iniciativas en dos depósitos de Nueva York, lideradas por una movilización sindical independiente conocida como Amazon Labor Union (ALU). Los asalariados tuvieron que librar una batalla extremadamente difícil, ya que la empresa trató de aplastar ambos esfuerzos de sindicalización.
Y en abril de 2022 ocurrió lo inesperado. Los empleados de Amazon votaron a favor de formar de la creación del primer sindicato en la historia de la empresa en un depósito que cuenta con unos 8.300 trabajadores en Staten Island, Nueva York. La elección sirvió de catalizador para el sindicato, ya que empleados de más de 100 sitios se pusieron en contacto con la ALU para manifestar su interés en unirse al movimiento. Más adelante durante el verano, los trabajadores de Albany, Nueva York, también presentaron su solicitud para afiliarse a un sindicato.
Pero la victoria sorprendente del sindicato también terminó en una derrota aplastante. En marzo de 2022, los trabajadores de Bessemer perdieron la votación para afiliarse al Retail, Wholesale and Department Store Union (RWDSU) en unas nuevas elecciones ordenadas por los funcionarios de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (National Labor Relations Board, NLRB), con resultados impugnados por el sindicato. 1 En el segundo depósito de Staten Island, la creación del sindicato fue rechazada, y en Albany, en otoño, la derrota fue aplastante con una relación de dos votos contra uno. Tras la derrota de Albany, en un depósito de California, en Moreno Valley, la solicitud de sindicalización fue retirada.
Quizás como resultado de las acciones antisindicales de Amazon, estas derrotas provocaron aparentemente tensiones en el seno del sindicato. Como lo señaló recientemente Noam Scheiber para el New York Times el 21 de marzo de 2023, estas derrotas hicieron que los empleados pusieran en duda el liderazgo de la ALU. Por su parte, la empresa continuó, al parecer, transmitiendo su mensaje antisindical.
(Artículo publicado en Truethout, 3-4-2023)
Algunos artículos relacionados:
–El sindicato de Amazon: lecciones para la izquierda. [Ruth Milkman]
–Campaña de sindicalización en Amazon. Los elementos constitutivos de la derrota en Bessemer. [Jane McAlevey]
–Un nuevo capítulo para los trabajadores de Amazon. [Alex N. Press]
–Arranca la votación que podría crear el primer sindicato de Amazon. [Página/12]
Nota
- En un comunicado de prensa de principios de abril de 2022, el sindicato afirmaba que la empresa había «amenazado a un empleado con el cierre de la planta si se votaba la existencia del sindicato», que había prohibido a los empleados publicar documentos pro sindicato, y que había «vigilado y/o dado la impresión de vigilar a los empleados que participaban en actividades comunes legalmente protegidas», entre otras cosas. (Redacción A l´encontre) ↩