A l’encontre, 25-2-2022
Traducción de Correspondencia de Prensa, 26-2-2022
Vladimir Putin declaró que la invasión de Ucrania, que anunció en la madrugada del jueves (24 de febrero), contaba con un amplio apoyo público. Pero por la tarde, miles de personas en ciudades de toda Rusia [más de 50 según la BBC y otros canales] habían desafiado las amenazas de la policía para dirigirse a las plazas centrales y protestar contra la campaña militar.
Según OVD-Info [un proyecto independiente de medios de comunicación de defensa de los derechos humanos rusos, que lucha contra la persecución política], la policía había realizado al menos 1.346 detencionesal caer la noche del jueves 24 de febrero, en el marco de la represión de las manifestaciones no autorizadas. La mayoría de las detenciones tuvieron lugar en Moscú y San Petersburgo, donde las concentraciones eran más numerosas.
Los manifestantes coreaban «¡No a la guerra!» mientras que intercambiaban reacciones, sorprendidos por el ataque a Ucrania.
En Moscú, Alexander Belov dijo que pensaba que Putin había «perdido la cabeza». «Pensé que nunca veríamos una guerra así en el siglo XXI», dijo Belov, que llegó temprano a la plaza Pushkinskaya de Moscú [plaza Pushkin, lugar de encuentro de las oposiciones] la encontró rodeada de furgones policiales. «Resulta que estamos viviendo en la Edad Media».
El ambiente en Moscú era sombrío horas después de que Putin anunciara que iba a lanzar una gran ofensiva militar contra Ucrania. «Siento vergüenza por mi país. Para ser sincero, no tengo palabras. La guerra siempre da miedo. No queremos esto», dijo Nikita Golubev, un profesor de 30 años. «¿Por qué hacemos esto?» Su rabia y desesperación eran compartidas por muchas personas que iban a trabajar a la céntrica calle Arbat. En el centro cultural ucraniano, al final de la calle, el ambiente era aún más desolador.
El administrador ucraniano dijo que el centro, cuyo objetivo es promover la lengua, las tradiciones y la identidad de un país cuya legitimidad como Estado moderno negó Vladimir Putin en su discurso del lunes, va a cerrar durante el «próximo período». «Estamos siendo bombardeados ahora, mientras estamos hablando. Por supuesto cerramos. Jesús, ¿qué está pasando?», gritó el administrador, que no quiso dar su nombre..
Ya había indicios de que los rusos no se sentían tranquilos con la decisión inicial de Putin de reconocer a las dos repúblicas autoproclamadas de Donbás.
El martes 22 de febrero, Yuri Dudt, una de las personalidades más populares de los medios de comunicación rusos, dijo que «no votó por este régimen» y su «necesidad de imperio», y que se sentía avergonzado, en un mensaje que recibió casi un millón de likes en 24 horas.
Un nuevo sondeo del centro independiente Levada, publicado el jueves (24 de febrero), mostró que sólo el 45% de los rusos estaba a favor del acto de reconocimiento que precedió a los dramáticos acontecimientos del jueves por la mañana.
«No creía que Putin estuviera dispuesto a ir hasta el final. ¿Cómo podemos bombardear Ucrania? Nuestros países tienen sus desacuerdos, pero ésta no es la manera de resolverlos», dijo Ksenia, una moscovita.
Pero los gritos de indignación no sólo se sintieron en las calles de Moscú, donde The Guardian no encontró a nadie que apoyara el asalto militar. La élite cultural y deportiva rusa, que suele apoyar a Putin y a la que el presidente suele recurrir durante las campañas electorales para obtener apoyo popular, expresó también su profunda preocupación por la invasión rusa de Ucrania.
Valery Meladze, seguramente el cantante más querido del país, publicó un emotivo vídeo en el que «ruega» a Rusia que interrumpa la guerra. «Hoy ha ocurrido algo que nunca debería haber ocurrido. La historia será la que juzgue estos acontecimientos. Pero hoy, lo ruego, paren la guerra».
Asimismo, el jugador internacional de fútbol ruso, Fyodor Smolov, publicó en su canal de Instagram: «¡¡¡No a la guerra!!!»
Las agencias de inteligencia estadounidenses llevan meses advirtiendo de que Rusia trataría de fabricar un gran pretexto antes de lanzar una invasión de Ucrania. Al final, no hubo ningún pretexto. Los expertos creen ahora que Putin decidió actuar sin buscar el apoyo de su propio electorado.
«Putin parece ser totalmente indiferente a la aprobación de la gente. No actúa como un político que necesita el apoyo del pueblo, sino como un personaje de los libros de historia nacional al que sólo le importa la aprobación de los futuros historiadores y lectores», tuiteó Alexander Baunov, analista político del Carnegie Center de Moscú.
El dirigente ruso también parece haber sorprendido a algunos de los oligarcas más destacados de Rusia, los que vieron cómo sus fortunas se desplomabna con el hundimiento de los mercados financieros del país.
Este mismo lunes, después de que Putin reconociera la independencia de los dos territorios de Donbás, Oleg Deripaska, un oligarca cercano al Kremlin que en su momento había declarado que «no se distanciaba del Estado ruso», expresó en su canal de Telegram que «se había evitado la guerra». Después, borró ese mensaje.
En la televisión estatal rusa, la invasión fue presentada como una misión defensiva para preservar vidas rusas. «¿Qué sentido tiene un primer ataque importante? Aunque parezca extraño o cínico, en realidad es humano ya que nos permite a todos evitar una gran masacre. Al inmovilizar a Ucrania, preservamos la vida», dijo el comentarista Vladislav Shurygin en el programa oficial Vremya Pokazhet de Channel One.
Algunos se arriesgaron a ser detenidos el jueves por la noche para expresar su oposición a la invasión. Zhargal Rinchinov, de Buriatia, llegó a la plaza con una chaqueta en la que se leía «No a la guerra». Si levantara una pancarta, dijo, detendrían. «Todo el mundo tiene miedo», dijo. «Saben que si dicen algo incorrecto los meten en la cárcel. Así que la gente finge no darse cuenta de que empezamos una guerra, para no tener que hablar de ella».
Para los ucranianos, los mensajes públicos de oposición a la guerra van a llegar demasiado tarde. El país declaró que ya han muerto al menos 40 soldados y muchos más civiles han resultado heridos, y Ucrania corre el riesgo de ser completamente invadida por parte de una fuerza militar mucho más grande.
Sin embargo, al intuir que un verdadero movimiento a gran escala contra la guerra podría ser la mejor oportunidad para Ucrania, Volodymyr Zelensky, el presidente ucraniano, instó a los rusos, el jueves por la mañana, a que se pronunciaran. «Si las autoridades rusas no quieren sentarse con nosotros para hablar de la paz, quizá se sienten con ustedes». (Publicado en The Guardian, 24-2-2022).