Haití – A los haitianos nunca se les ha permitido controlar su propio destino. [Sharon Smith]

En realidad, afirmar que Haití es un «Estado fallido» e ingobernable constituye una excusa adecuada para que Estados Unidos intervenga regularmente. Al igual que los colonizadores europeos afirmaron que estaban en una «misión civilizadora» cuando invadieron, ocuparon y saquearon naciones negras y mestizas durante siglos.

Haití – Las vías muertas del paramilitarismo y la intervención. [Medios]

Un hecho nodal en esta larga secuencia de acontecimientos fue la insurrección popular de julio de 2018, que llegó a movilizar entre uno y dos millones de personas contra un aumento desmedido del precio de los combustibles. Esta impopular medida, impulsada por Moïse, atendía solícita una “recomendación” del Fondo Monetario Internacional.

Fronteras – Los haitianos ya no pueden emigrar a Estados Unidos a través de Nicaragua. [Lily Chavance]

Desde el 30 de octubre, han quedado suspendidos todos los vuelos chárteres de Haití a Nicaragua. El país centroamericano es conocido como puerta de entrada para los ciudadanos caribeños que buscan llegar a Estados Unidos.

Haití – El mismo perro, pero con collar negro. Una nueva «misión internacional». [Daniel Gatti]

Todo estaría listo para el próximo envío hacia Haití de otra fuerza de intervención, esta vez con el objetivo de «combatir a las pandillas» que controlan buena parte del territorio. Para hacerla más tragable, sería comandada por los «hermanos africanos» de Kenia. Pero quienes la controlarían serían los mismos de siempre.

Haití – Violencia pandillera, la masacre se incrementa. [La Diaria]

El país más pobre de América Latina y el Caribe acumula cada vez más causas a su crisis endémica, que alcanza a todas las áreas.

Haití – Dramático diagnóstico de la Misión Cascos Blancos. [Sofía Troiano]

La falta de acceso al combustible, alimentos, agua potable y atención médica golpean a la población.

Haití – La lucha contra una nueva invasión extranjera. [Jackson Jean]

Miles de haitianos salen a las calles en contra de una nueva presencia de militares de la ONU y la invasión de las principales potencias, mientras se profundizan la crisis económica y el régimen instaurado en el país tras el asesinato del presidente Jovenel Moise.