El pueblo palestino de Al-Tuwani, cerca de Hebrón. Al fondo, la colonia israelí de Maaon.
Agence Média Palestine, 4-7-2024
A l’encontre, 6-7-2024
Traducción de Correspondencia de Prensa, 7-7-2024
Desde principios de 2024, Israel reivindica ilegalmente 23,7 km² de tierra en Cisjordania y se prepara para llevar a cabo una confiscación aún más amplia.
Cuando la expansión desenfrenada de las colonias ilegales en los territorios palestinos ocupados alcanza su punto más alto, las autoridades israelíes dan luz verde a la mayor confiscación de tierras en Cisjordania desde hace más de treinta años, según documentos oficiales consultados por la AFP.
El 25 de junio de 2024, las autoridades israelíes designaron 1.270 hectáreas del valle del Jordán como «propiedad gubernamental». La superficie designada por esta declaración es la mayor desde los acuerdos de Oslo, y 2024 ya marcó un máximo en la extensión de las declaraciones de tierras colonizadas. De hecho, esta decisión se une a las de las confiscaciones de 264 hectáreas en febrero entre las colonias de Ma’ale Adumim y Keidar, 800 hectáreas en marzo en una zona adyacente a la declarada actualmente, y 17 hectáreas cerca de Herodium. Desde principios de 2024, Israel declaró 2.370 hectáreas de Cisjordania como tierras del Estado.
La declaración de «tierra estatal» es uno de los principales métodos utilizados por el Estado de Israel para afirmar su control sobre la tierra en los territorios ocupados. Las tierras declaradas como «tierra estatal» ya no se consideran propiedad privada de los palestinos por parte de Israel, que les prohíbe utilizarlas. Por otra parte, Israel arrienda «tierras estatales» exclusivamente a israelíes.
Esta nueva apropiación israelí «es un paso en la mala dirección», declaró Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU. Los palestinos llevan años denunciando que los dirigentes israelíes intentan anexionar Cisjordania por todos los medios, construyendo colonias en lugares estratégicos para impedir un control contiguo palestino de todo el territorio. Las recientes declaraciones de Bezalel Smotrich, que revelamos en un artículo del 26 de junio, parecían confirmar estas acusaciones.
«Israel se dispone a aplicar a Cisjordania lo que hizo con Gaza, salvo que en lugar de ser el ejército el que nos asesine, probablemente serán los colonos incontrolados que han sido equipados estratégicamente con nuevas armas en los últimos seis meses», resume la analista política Mariam Barghouti.
Todas las colonias israelíes en los Territorios Palestinos Ocupados, incluida la zona anexionada de Jerusalén Este, son ilegales según el derecho humanitario internacional, como lo recuerda periódicamente la ONU, que considera que esta colonización es uno de los principales obstáculos para resolver el conflicto israelo-palestino que dura ya varias décadas. Además, agrava las necesidades humanitarias ya que afecta a los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria y el acceso a los servicios esenciales. Sin embargo, en Cisjordania se han establecido decenas de colonias ilegales, además de las autorizadas por Israel.
El 27 de junio, las autoridades israelíes anunciaron la «legalización» de cinco de estas colonias ilegales en Cisjordania. Desde principios de 2024, la OCHA ha documentado 27 ataques a palestinos por parte de colonos que al parecer residen en tres de estos cinco puestos de avanzada, incluidos dos ataques en Evyatar, nueve en Sde Efraim y 16 en Givat Assaf. Los propietarios palestinos de la localidad de Dura poseen cientos de hectáreas de tierra adyacentes al puesto avanzado de Adorayim, al que el ejército israelí les niega el acceso desde el 7 de octubre. Los agricultores de Dura afirman que, en dos ocasiones desde esa fecha, las fuerzas israelíes los atacaron, los golpearon, los amenazaron y los expulsaron de sus tierras cuando trataban de acceder a ellas. Al parecer, el mapa de zonificación del puesto avanzado de la colonia de Adorayim incluye otras 12 hectáreas de tierras pertenecientes a la localidad de Dura, a las que los propietarios no tienen acceso desde el 7 de octubre.
El mes pasado, informamos que el alto responsable de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, advirtió sobre el agravamiento de la situación de los palestinos en la Cisjordania ocupada y sobre «la muerte y el sufrimiento inaceptables» en la Franja de Gaza, afirmando que los habitantes de Cisjordania estaban siendo «sometidos día tras día a un derramamiento de sangre sin precedentes». «Los asesinatos y heridas a civiles se han convertido en algo cotidiano. … Disparan contra los niños. Hospitales bombardeados. Fuego de artillería pesada sobre comunidades enteras. Todo ello acompañado de una retórica de odio, divisoria y deshumanizadora».
Según el último informe de la OCHA, 539 palestinos, entre ellos 131 niños, fueron asesinados en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, entre el 7 de octubre y el 1 de julio. De ellos, 522 fueron asesinados por las fuerzas israelíes, diez por colonos israelíes y siete no fueron identificados como soldados o colonos israelíes. Además, más de 5.420 palestinos resultaron heridos durante el mismo período, entre ellos unos 830 niños. Más de un tercio de estas heridas fueron causadas por municiones reales. La OCHA registró 28 incidentes de ataques aéreos en el territorio, durante los cuales murieron 77 palestinos, entre los cuales 14 niños.