México – “En el Chiapas de arriba, gobernar significa bañarse con sangre indígena”. [Pronunciamiento – Firmas]

Integrantes del EZLN en la comunidad de Morelia (Chiapas) en abril de 2021. Eduardo Verdugo (AP)

“En el Chiapas de arriba, gobernar significa bañarse con sangre indígena”

Pronunciamiento nacional e internacional ante la agresión a la comunidad Moisés Gandhi

Pozol, 12-6-2024

Correspondencia de Prensa, 2-6-2023

A los pueblos de México y el mundo

A las personas, colectividades y pueblos que defienden la Vida

A quienes sienten la urgencia de actuar ante un sureste mexicano en llamas

Éste día, en éste momento, México está al límite, a ese límite que parece siempre lejano hasta que una bala que llega de arriba detona la rabia del México de abajo. El compañero zapatista Jorge López Santíz está en el filo entre la vida y la muerte por un ataque paramilitar de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), la misma que ha estado atacando y hostigando a las comunidades zapatistas. Chiapas está al filo de la guerra civil con paramilitares y sicarios de los diversos cárteles que se disputan la plaza y grupos de autodefensas, con la complicidad activa o pasiva de los gobiernos de Rutilio Escandón Cadenas y Andrés Manuel López Obrador.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que ha mantenido la paz y ha desarrollado su proyecto autonómico en sus territorios y que ha tratado de evitar el choque violento con paramilitares y otras fuerzas del Estado mexicano, es hostigado, agredido y provocado constantemente. Desde el final del siglo XX, y hasta ahora, el EZLN ha optado por la lucha política por caminos civiles y pacíficos, a pesar de que sus comunidades son atacadas a balazos, sus cultivos incendiados y su ganado envenenado. A pesar de que en lugar de invertir su trabajo en la guerra, lo han hecho en levantar hospitales, escuelas y gobiernos autónomos que han beneficiado a zapatistas y no-zapatistas, los gobiernos desde Carlos Salinas hasta López Obrador han tratado de aislarlos, deslegitimarlos y exterminarlos. Hoy, a unos meses de que la lucha del EZLN cumpla 40 años, el ataque paramilitar de la ORCAO ha hecho que la vida de un hombre penda de un hilo, del mismo que pende la erupción del México que abajo no aguanta más la presión sobre su dignidad ni la guerra contra sus comunidades y territorios.

El ataque de la ORCAO no es un conflicto entre comunidades, como lo caracterizaría Carlos Salinas y como seguramente pretenderá hacerlo López Obrador. El ataque es responsabilidad directa del Gobierno de Chiapas y del Gobierno Federal. El primero por solapar el crecimiento de grupos criminales que han hecho que Chiapas pasara de una relativa tranquilidad a ser un foco rojo de violencia. El segundo por guardar silencio y pasividad ante la evidente situación del sureste. ¿Por qué ataca la ORCAO a las comunidades zapatistas? Porque pueden. ¿Por qué lo permite el gobierno de Rutilio Escandón? Porque en el Chiapas de arriba, gobernar significa bañarse con sangre indígena ¿Por qué guarda silencio López Obrador? Porque el gobernador de Chiapas es cuñado de su muy querido secretario de gobernación, Adán Augusto López, porque como sus antecesores, no soporta que un grupo rebelde sea el referente de esperanza y dignidad, porque necesita justificar una acción militar para “limpiar” el sureste y por fin poder imponer sus megaproyectos.

Asimismo, entendemos este ataque como el resultado de las políticas sociales del gobierno actual por dividir y corromper destruyendo el tejido social de las comunidades y pueblos en nuestro país y, en particular, en Chiapas. Vemos con preocupación que programas cómo “Sembrando Vida”-, que se caracteriza por tener prácticamente el mismo presupuesto que la Secretaría de Agricultura Federal- y otros similares, propician la confrontación entre comunidades históricamente despojadas de sus tierras y sus derechos, ya que son utilizados como mecanismos de control político y moneda de cambio para que organizaciones como la ORCAO accedan a supuestos beneficios que estos programas brindan, a costa del robo de las tierras recuperadas autónomas zapatistas. Para nosotr@s es claro que no se trata de 2 conflictos entre pueblos; se trata de una acción de contrainsurgencia que busca destruirles, destruir al EZLN y a todas las comunidades y pueblos que siguen luchando por una vida con dignidad.

Quienes firmamos esta carta lo hacemos para convocarnos y convocar a quienes creen que la dignidad y la palabra deben levantarse para detener la masacre que se presiente; para convocar a quienes comulgan con el gobierno actual a que abran su corazón a las injusticias que inundan el presente de este país, más allá de sus afinidades o simpatías políticas; para que podamos encontrarnos en la necesidad de actuar con el propósito común de detener esta atrocidad.

Firmamos ésta carta porque vemos la urgencia para que se ponga un alto a la violencia paramilitar en Chiapas, porque el no hacerlo significa dejar que México se sumerja aún más en ésta guerra interminable que lo está despedazando. Exigimos justicia para Jorge López Santíz. Exigimos la disolución absoluta de la ORCAO. Exigimos que se investigue a profundidad al gobierno de Rutilio Escandón. Exigimos que el silencio de López Obrador deje de ser cómplice de la violencia en Chiapas.

Recogiendo las exigencias presentadas por el Congreso Nacional Indígena demandamos:

1. Que se garantice la salud del compañero Jorge y que se le brinde toda la atención necesaria y por el tiempo que se requiera.

2. Que se detenga el ataque armado contra la comunidad Moisés Gandhi y sea respetado su territorio autónomo.

3. Que sean castigados los autores materiales e intelectuales de estos ataques paramilitares.

4. Que sean desmantelados los grupos armados mediante los cuales se mantiene activa y creciente la guerra contra las comunidades zapatistas.

También, exigimos la libertad inmediata de Manuel Gómez, base de apoyo del EZLN, de cuyo injusto encarcelamiento no nos olvidamos.

Con el CNI, advertimos que la guerra que han declarado a los pueblos originarios, guardianes de la Madre Tierra, nos obliga a actuar organizadamente para detener la violencia que crece y para restablecer nuestra conexión y cuidado de La Vida. Nos llamamos a manifestarnos en las calles, embajadas y consulados, centros de estudio y lugares de trabajo, en las redes sociales; en todas partes que nos sea posible e imprescindible, en contra de la violencia militar, paramilitar y del crimen organizado y en defensa de la Vida.

Nos llamamos y les llamamos a unir esfuerzos para tejer una jornada de acciones dislocadas del 27 de mayo al 10 de junio con una acción coordinada nacional e internacional el día 8 de junio.

Alto a la guerra contra los pueblos zapatistas. Si tocan a un@, nos tocan a tod@s

Primeras firmas

Noam Chomsky

María de Jesús Patricio Martínez

Carlos González García

Enzo Traverso, (escritor y profesor de la universidad de Cornell)

Michael Hardt

Yvon Le Bot

Michael Löwy, Sociólogo, Paris

Bertha Navarro

Juan Villoro

Alfonso Cuarón

Gael García Bernal

Diego Luna

Jorge Volpi

Julieta Egurrola

Joaquín Cosío

Franck Gaudichad (co presidente de Francia America Latina)

Raoul Vaneigem

Anselm Jappe

Tomás Ibañez, Escritor, militante libertario

Alicia Castellanos

Pierre Salama, profesor emérito de la Universidad Sorbonne- Nord

Júlio Henriques, revista Flauta de Luz (Portugal)

Rubén Navarro, profesor, Lyon, Francia

María Herrera Magdaleno (Familiares en Búsqueda María Herrera)

Daniel Giménez Cacho

Marcos Roitman Rosenmann

Carlos Taibo (autor de varios libros, Colapso, entre otros)

Jaime Pastor, editor de la Revista Viento Sur, Estado Español

Gilberto López y Rivas

Malú Huacuja del Toro

Arturo Escobar, Colombia

Ofelia Medina

Javier Sicilia

Alfonso Reynoso Rábago

Ana Laura Gamboa Muñoz

Sabrina Melenotte. Investigadora del CIESAS

Francisco Barrios, El Mastuerzo

Ariadna Flores Hernández

Sophie Alexander-Katz

Raúl Delgado Wise

Santiago Corcuera Cabezut

Luis de Tavira

Guadalupe Nettel

Everardo González

Carlos Cuarón

Fernanda Navarro

Raul Zibechi, Uruguay

Vilma Almendra

Manuel Rozental

Diego Osorno, reportero. Sonora, México

Sylvia Marcos, Investigadora

John Holloway

Magdalena Gómez

Fernanda Aragonés

Carmen Ventura, El Colegio de Michoacan

Antonio Gritón, Artista Visual, México