Rusia – «Mi madre dice que estoy traicionando a mi país»: La invasión de Putin divide a las generaciones». [Pjotr Sauer]

La prensa estatal rusa presentó el bombardeo de una maternidad en Mariupol como un montaje de las autoridades ucranianas. Foto: Evgeniy Maloletka/AP

A l’encontre, 14-3-2022

Traducción de Correspondencia de Prensa, 15-3-2022

Al tercer día de la invasión rusa de Ucrania, Victoria Gogh se dio cuenta de que su madre se estaba alejando de ella: «Me di cuenta por teléfono de que mi madre empezaba a repetir como un loro la narrativa del gobierno sobre esta guerra: que todo era culpa de la OTAN, que Rusia no tenía más remedio que defenderse», dice Victoria Gogh, de 28 años, consultora de moda procedente de una pequeña ciudad de Siberia que se trasladó a Moscú.

«Y mi misión fue la de hacerle cambiar de opinión, mostrarle lo que realmente estaba ocurriendo», dijo Victoria Gogh. En sus canales de redes sociales se opuso firmemente a la invasión rusa de Ucrania.

La decisión de Vladimir Putin de lanzar una guerra contra la vecina Ucrania, desgarra a muchas familias ucranianas: los hombres adultos se ven obligados a quedarse y a combatir, mientras que otros miembros de la familia huyen de la violencia.

Pero Rusia también conoce sus propias desavenencias familiares, entre los que apoyan la guerra y los que se oponen a ella. A menudo, la división sigue una lógica generacional.

«Básicamente, los rusos más jóvenes son menos propensos a tener sentimientos anti-ucranianos. Descubrimos que en las protestas contra la guerra también participaban mayoritariamente los jóvenes», dijo Andrei Kolesnikov, del Centro Carnegie de Moscú. «La percepción de la guerra depende en gran medida de dónde se obtiene la información», añadió. «Si ves la televisión, es más probable que sigas la línea oficial. Y las personas mayores ven más la televisión».

En el pasado, las encuestas han demostrado que la televisión sigue siendo la mayor fuente de información para los rusos, ya que más del 60% de la población confía en ella para informarse. Los rusos de más de 65 años son un 51% más propensos a ver la televisión que los menores de 25 años.

Todos los medios estatales rusos presentan la guerra como una «operación militar especial» para liberar a Ucrania y proteger a los ciudadanos de Donbass del «genocidio» ucraniano. Los videos de los bombardeos rusos sobre las ciudades son calificados de montajes realizados por los ucranianos.

«Vemos cómo la mayoría de los rusos parecen apoyar las acciones de su país, al menos de la forma en que son presentadas por los medios de comunicación», dijo Andrei Kolesnikov. Para él, no es de extrañar, dada la emotividad del asunto, que la guerra haya creado tensiones entre familias y amigos: «Es muy difícil que la gente acepte que su bando es realmente el malo.»

Victoria Gogh decidió abandonar el país la semana pasada tras ser detenida por participar en una manifestación contra la guerra en Moscú. Dijo que finalmente había logrado convencer a su madre, Svetlana, del «papel devastador» de su país en la guerra. «Pero ahora tengo que convencer a mis primos y a mis tíos mayores. Tengo toda una lista», bromea. Probablemente, su «misión» sea aún más difícil.

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Un grupo de personas pasa por delante de la letra Z, símbolo del ejército ruso, y de un hashtag que dice «No abandonamos a los nuestros». San Petersburgo, 9/03. Foto: AP

El viernes 12 de marzo, Rusia anunció el bloqueo de Instagram, pocos días después de haber hecho lo propio con Facebook y Twitter. La represión de las redes sociales -y de los pocos medios de comunicación independientes que quedan en Rusia- limita aún más el acceso a la información exterior sobre la guerra y refuerza la influencia de los medios estatales.

Para otros, como Dmitry, consultor tecnológico en Moscú, la guerra ya ha tenido un impacto devastador en la relación con su familia. «Después de la invasión, quise ir a vivir con mis padres para tratar de contarles lo que realmente estaba pasando», dice Dmitry. Durante la primera semana de la guerra, cumplió con el ritual diario de mostrar a sus padres vídeos de los bombardeos rusos sobre ciudades ucranianas e informes críticos de blogueros y medios de comunicación independientes. «Pero nada de eso resultó. En los hechos, sólo los convenció más de que tenían razón. Al cabo de una semana, me fui de casa, y desde entonces mi madre me mandó un mensaje diciendo que estaba traicionando a mi país».

La gota que colmó el vaso llegó el pasado jueves (11 de marzo), cuando su padre le envió un clip de noticias en el que se afirmaba que el bombardeo del miércoles 10 de marzo en una maternidad de Mariupol había sido escenificado por las autoridades ucranianas, con actores que se hacían pasar por madres heridas. Esta teoría de la conspiración es promovida también por funcionarios rusos.

«Eso me enfureció No estoy seguro de que podamos volver a sentarnos en la misma mesa» -dijo Dmitry, encogiéndose de hombros-. «Creo que han sido zombificados por la propaganda estatal y me ven, realmente, como un enemigo del Estado. Me doy por vencido».

Para algunos, incluso sus propias experiencias de bombardeo no fueron suficientes para convencer a sus familiares de las verdaderas actividades de Rusia. La BBC y el New York Times hablaron con ucranianos que dijeron que sus familiares en Rusia simplemente no querían creer que sus ciudades estuvieran siendo bombardeadas. «Mis padres entienden que  hay aquí una acción militar. Pero dicen: ‘Los rusos vinieron a liberaros’. No van a destruir nada. No te van a tocar. Sólo atacan las bases militares», dijo Oleksandra desde Kiev, describiendo a la BBC sus intentos de explicarles a sus padres que la capital ucraniana estaba siendo atacada por los rusos.

Ilya Krasilshchik, un popular bloguero ruso y antiguo empresario tecnológico, pidió a sus 110.000 seguidores en Instagram que le enviaran sus propias historias de enfrentamientos familiares. Ilya Krasilshchik dijo que recibió en poco tiempo «cientos de capturas de pantalla» de jóvenes rusos, que mostraban intercambios acalorados y emocionales con sus padres. Publicó algunas de estas conversaciones para mostrar a los jóvenes rusos que no estaban solos. «Está claro que esta guerra es una experiencia muy traumática para muchas familias de este país».(Publicado en The Guardian, 13-3-2022)