Tensiones entre EEUU y Colombia: qué pretende Petro y como queda Maduro, según analistas
Efecto Cocuyo, 21-10-2025
Correspondencia de Prensa, 25-10-2025
Rubén Erazo y Benigno Alarcón creen que el presidente colombiano trata de «levantar su perfil»
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lleva semanas emitiendo fuertes críticas contra el gobierno de Estados Unidos por el despliegue militar en el Caribe. También, por su actuación en el medio oriente, que incluyó un llamado a las Fuerzas Armadas estadounidenses para que desobedecieran órdenes de Donald Trump y no actuar contra Palestina, hasta que logró que el mandatario norteamericano volteara a verlo directamente.
El cruce de declaraciones entre ambos jefes de Estado ha sido interpretado de varias maneras; una de ellas es que Petro termina de alinearse con el líder chavista Nicolás Maduro en su “política antiimperialista”. Otra es que busca oxígeno por el momento crítico que atraviesa su popularidad a lo interno y emula a Maduro, al tratar de usar la carta de la unidad nacional.
Al “cazar” una pelea con Trump y lograrla, el presidente neogranadino trata infructuosamente de levantar su perfil frente a lacrisis interna que atraviesa su imagen, mientras, con intención o no, contribuye a que Maduro internacionalice el conflicto con la Casa Blanca y aumente el escrutinio sobre las medidas de Washington, señalan analistas consultados por Efecto Cocuyo.
“Trata de levantar su perfil”
“Petro luce muy mal políticamente en Colombia, está muy desprestigiado y trata de levantar su perfil, cazando una pelea con Trump. Hay un público para estos discursos anti imperio y Petro quiere volver a cohesionar a ese grupo antiimperialista, antiderecha y anti intervencionista. Parece que Petro quiere convertirse en el representante de esa corriente que detesta a EEUU en la región y ganar la simpatía de esos movimientos”, señala el analista político, Benigno Alarcón.
El presidente Donald Trump afirmó el domingo 19 de octubre que reducirá la ayuda a Colombia porque Petro -a quien tildó de traficante de drogas ilegales- «no hace nada para detener» la producción de narcóticos en su país.
«Petro, un líder poco valorado y muy impopular, con una actitud insolente hacia Estados Unidos, debería cerrar estos campos de exterminio (de producción de droga) de inmediato o Estados Unidos se los cerrará, y no lo hará de buena forma», escribió el mandatario en su cuenta de la red social Truth Social.
Petro respondió y llamó a consultas a su embajador en EEUU, Daniel García-Peña.
El politólogo colombiano, Rubén Erazo, sostiene que el discurso de Petro contra Trump data desde la llegada al poder del magnate norteamericano con críticas inicialmente, hacia su política migratoria y que luego se fue endureciendo con el despliegue militar de EEUU en el Caribe.
“En la ONU, el presidente Petro quiso mostrarse como el salvador del mundo, luego llamó a la insubordinación de las fuerzas militares de EEUU que generó una serie de reacciones (revocatoria de la visa); todo es calibrado por Petro para erigirse como el gran anti trumpista al plantarle cara a EEUU. Pero en estos momentos hay un lobby de empresarios colombianos tomando posición contra Petro, para que personalice en él y su círculo la crisis, apoyados en las buenas relaciones que siempre han mantenido Colombia y EEUU y los partidos demócrata y republicano”, apuntó.
De acuerdo con medios internacionales, Colombia es el país sudamericano que más ayuda financiera recibe de Washington, con más de 740 millones de dólaresdesembolsados en 2023. De allí que de acuerdo con el lobby, si alguien hay que sancionar es a Petro y sus aliados, no al país.
¿Ayuda a Maduro?
Para Alarcón, la posición de Petro respecto de Maduro sigue siendo “ambigua” por cuanto sigue sin reconocerlo como presidente ante el denunciado fraude electoral del 28 de julio de 2024, pero se solidariza a partir del despliegue militar en el Caribe.
Maduro, raudo y veloz, declaró este lunes 20 de octubre: “Lo que sea con Colombia es con Venezuela. ¡Somos una sola patria!”
“Maduro hace un esfuerzo en internacionalizar el conflicto, eleva el tono en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), acusa a Trump de violar el derecho internacional. Se juega la carta que puede jugar para tratar de generar dudas sobre lo que hace Trump, aumenta el escrutinio sobre el despliegue en el Caribe para que el Departamento de Defensa evalúe mejor lo que está haciendo”, describió el exdirector del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello.
Erazo, también consultor político, desestima que Maduro pueda ganar mucho con las tensiones entre la Casa Blanca y la Casa de Nariño, aunque pudiera darle cierto “aire local”, al no aparecer como el único enfrentado a Trump por el tema del narcotráfico.
“A Trump no le importa quién se solidarice con Maduro, porque saca la carta del aumento de los aranceles”, advirtió.
En abril pasado, cuando Trump presentó su tabla global de aranceles, Colombia quedó en el grupo de países sancionados con la gravación más baja, del 10 %. Ahora causa preocupación en sectores productivos un eventual aumento de dicha tasa. Venezuela tiene 15% de aranceles sobre sus exportaciones a EEUU.
¿Efecto dominó?
Tanto Alarcón como Erazo descartan que otros países se sumen a la especie de frente anti EEUU en la región, a partir de las tensiones con Miraflores y Bogotá, si esa es la intención de Petro y Maduro.
“En sus críticas al Premio Nobel para María Corina Machado, al sospechar de una postulación suya y quedar frustrado, en su afán anti trumpista y pro-Gaza, su solidaridad por el despliegue en el Caribe, Petro no ha encontrado eco local. Maduro está más que desprestigiado, Lula pese a ser castigado también con los aranceles no tiene una posición tan frontal contra EEUU. Otros países como Bolivia y Panamá cero respaldo porque nadie va a cazar una pelea con EEUU a menos que tengas la fuerza de Rusia y China, así que Petro se queda solo”, subrayo Erazo.
Petro continuó este martes 21 de octubre con mensajes altisonantes contra EEUU en su cuenta de la red X. Volvió a denunciar el “asesinato” de 27 lancheros en el Caribe como consecuencia de una “desastrosa” política antinarcóticos. También alertó sobre una “amenaza de invasión militar a Colombia y a Venezuela.
“(…) y que va a traer sanciones personales sobre mí, como si fuera el jefe del narcotráfico en el mundo, cuando apenas tengo una casa que todavía adeudo al banco y que vale menos que la mitad de una sala de uno de los apartamentos de los edificios que son propiedad de Trump, el senador Bernie Moreno es que él ha jugado en esta trama de las relaciones EEUU-Colombia, un papel nefasto”, fustigó el mandatario colombiano.
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Trump usa la Lista Clinton como arma política contra Petro
Daniel Pacheco*
La Silla Vacía, 25-10-2025

Gustavo Petro es el primer presidente de Colombia que Estados Unidos sanciona con la Lista Clinton, la lista roja de los narcos que tiene Washington. Ni con Ernesto Samper habían llegado a tanto.
La administración de Donald Trump toma la decisión de bloquear financieramente a Petro sin pruebas de vínculos o ayudas directas a narcotraficantes puntuales. Estira el ámbito de este tipo de sanciones y usa argumentos vagos, que van de lo anecdótico a reclamos por decisiones soberanas de política pública del gobierno Petro. “Parece armada con noticias”, dice Andrés Caro, estudiante de un doctorado en derecho de la Universidad de Yale. “No están mostrando pruebas”, agrega.
Esto muestra que la decisión obedece a una represalia política por la posición divergente del gobierno Petro frente a la guerra contra las drogas impulsada por Trump en América Latina, por su cercanía a Maduro, y por sus excesos verbales. Es una sanción que le genera a Petro y a su familia un daño reputacional de largo plazo, y problemas personales y financieros que tomarán años en solucionarse. Las consecuencias son severas, salpican la posición de Colombia en el mundo y llegan con la confirmación del recorte de parte de la cooperación gringa por el Departamento de Estado.
En lo inmediato, la inclusión de Petro y su círculo es un escalamiento más en los choques entre ambos presidentes. Es una disputa que desató Petro con temeridad. Así la sigue asumiendo. El gobierno Trump hizo pública la decisión el mismo viernes que Petro tenía planeada una manifestación en la Plaza de Bolívar en Bogotá. Desde allá respondió: “A Trump no le vamos a responder con su misma moneda. Yo no soy como ellos. Yo nunca he tenido comportamientos mafiosos”. Atrás su gabinete de ministros aplaudía.
Los metieron en la lista del fentanilo, no la Lista Clinton
La Lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN, por sus siglas en inglés) funciona dentro de una oficina (Ofac) del Departamento del Tesoro. Ingresar a una persona es una acción administrativa que no requiere un trámite judicial. Junto a Petro entraron su esposa, Verónica Alcocer, su hijo mayor, Nicolás Petro, y el ministro del Interior, Armando Benedetti.
La SDN tiene diversas sublistas de sancionados, por temas que van desde el tráfico de armas hasta el narcotráfico. Estados Unidos en su lucha contra el narcotráfico por una directriz establecida en la presidencia de Bill Clinton, y de ahí su nombre. Pero también incluye sublistas contra el tráfico de armas, sanciones a personas vinculadas a Rusia y a Corea del Norte.
Sin embargo, el presidente no quedó en la Lista Clinton tradicional. Fue sancionado dentro de una lista creada por una orden ejecutiva del gobierno de Joe Biden, según señala Alberto Lozano, exdirector de la Uiaf y experto en prevención contra el lavado de activos. “Ellos utilizaron una lista que es para luchar contra el fentanilo. Está diseñada con unos criterios más amplios, para las empresas que venden insumos químicos y no hacen la debida diligencia, y terminan ayudando por negligencia al narcotráfico”.
A diferencia de la Lista Clinton, esta lista no necesita mostrar vínculos directos con un narcotraficante.
En efecto, el comunicado donde el Departamento del Tesoro explica su decisión no hace eso. Empieza afirmando que Colombia es el mayor productor de cocaína del mundo, una posición que ostenta hace décadas, y ha mantenido bajo varias presidencias no sancionadas. “Es una sustancia prohibida y una amenaza significativa para Estados Unidos, a pesar de la comparación ligera reciente de Gustavo Petro de que su uso se asemeja al whiskey”, afirma el gobierno federal en su justificación.
El documento no muestra ninguna relación directa de Petro con el narcotráfico. En cambio, cita sus decisiones de política pública, como las negociaciones de la paz total que, según dicen, contribuyeron con el aumento de la producción de cocaína. Y también afirma que se “alió con el régimen narcoterrorista de Nicolás Maduro”.
Además, señala la violación de confidencialidad que hizo Petro de la información de la Uiaf, para revelar la transacción con la que el gobierno de Iván Duque pagó por el software espía Pegasus con dinero en efectivo de Estados Unidos. Eso sucedió hace más de un año.
No es la única fecha que no cuadra. Según Adam Isacson, del centro de pensamiento estadounidense Wola, “si el presidente de Colombia tuviera vínculos con el narcotráfico, uno pensaría que el gobierno de Trump lo habría mencionado en septiembre, cuando lo descertificó. No lo hizo y no presenta ninguna prueba. Parece una politización del proceso de sanciones del Tesoro”.
En su reacción a la inclusión en la lista Petro reiteró eso mismo. “Se nos acusa como si ese intento de evitar más violencia fuera una alianza con el narcotráfico”, dijo desde la Plaza de Bolívar, donde había convocado a una manifestación en defensa de la soberanía del país a la que asistieron miles de personas. Además, aprovechó para señalar que Álvaro Uribe, quien en su pasado tuvo vínculos la familia Ochoa, afiliadas al Cartel de Medellín, es ahora el aliado de Trump en Colombia.
Un daño enorme para Petro, su familia y Benedetti
Estar dentro de la lista de sancionados por el Departamento del Tesoro envía el mensaje a bancos, personas y países de que los listados tienen una relación con actividades ilícitas.
En términos financieros, bloquea dinero y bienes que tengan los listados en Estados Unidos, y prohíbe a personas y entidades de ese país de tener relaciones comerciales con los designados. Por fuera de las fronteras gringas, envía el mensaje de que el gobierno de Estados Unidos desaprueba de quienes tienen relaciones con esas personas, y pueden ser sancionadas también.
“Al banco que le abra una cuenta de ahorros a un designado le pueden cerrar su propia cuenta en Estados Unidos”, dice Lozano, el ex Uiaf. De ahí en adelante se convierte un bloqueo para tener créditos, firmar contratos, tener visas, y, en general en Colombia donde la figura genera temor, tener relaciones comerciales.
La inclusión de los otros tres sancionados llegó por su afiliación a Petro. En el caso de Benedetti menciona el audio donde habla de $15 mil millones que entraron a la campaña, lo que genera suspicacias de que Estados Unidos piense que tienen un origen en el narcotráfico, pero no ofrece pruebas. En el de Nicolás Petro, menciona su acusación por lavado de activos, de dinero que le entregó Santa Lopez Sierra, un narco que pagó condena en Estados Unidos y volvió a Colombia, y el hijo del contratista cuestionado Alfonso Hilsaca. Sin embargo, ambos señalamientos son públicos hace más de dos años y en el proceso no se aduce que el dinero tenga orígenes ilícitos.
Sobre Verónica Alcocer— alejada del círculo de Petro desde hace más de un año cuando se hicieron públicas fotos de él con otra mujer en Panamá— los argumentos son aún más escuetos. El gobierno gringo señala que fue ilegalmente designada en una misión oficial.
El Tesoro gringo aporta un dato adicional en la información personal que hace pública de los designados. Alcocer, a diferencia de Petro, no tiene nacionalidad italiana. Tampoco tienen nacionalidades alternas Benedetti o Nicolás.
Este es un dato relevante porque salirse de la lista de sancionados toma años. La decisión que toma Trump perdurará tiempo después de que Petro salga de la Casa de Nariño. Para el presidente será más fácil viajar. Para Benedetti y Alcocer, eventualmente sin pasaporte diplomático, moverse por el mundo no será tan fácil.
Incluso para Petro, más allá de que su nacionalidad alterna, la sanción se convierte en un problema frente a su ambición de tener un liderazgo mundial como expresidente de Colombia. Hará difícil que sea contratado para dar charlas y discursos, crear fundaciones o participar en negocios como lo hacen usualmente los expresidentes.
No es claro que Petro haya interiorizado aún este riesgo. Para su defensa legal afirmó que había contratado a Dan Kovalik, un abogado gringo cercano a los sindicatos estadounidenses del acero, y activista político que ha sido defensor del régimen de Maduro y de la inocencia de Alex Saab.
En cuanto a los recortes adicionales de ayuda, el Departamento de Estado también anunció el monto de los recortes prometidos por Trump. Según Sergio Gómez, corresponsal El Tiempo en Estados Unidos, se trata de una medida menos radical de lo que prometió Trump, con recortes de alrededor de 27 millones de dólares de la partida específica de 135 que envía Estados Unidos para la lucha contra el narcotráfico. Al tomar la medida Marco Rubio reafirmó que su problema era con el presidente y no con las fuerzas armadas y otras instituciones.
En el contexto regional el matoneo de Trump llega como un primer disparo diplomático contra Petro. Justo cuando avanza el cerco militar de Estados Unidos sobre el Caribe y Venezuela. Los republicanos apuestan por un cambio de régimen bajo el argumento de que Nicolás Maduro es el jefe de un cartel de drogas internacional.
En medio de los bombardeos a lanchas supuestamente transportando cocaína, la acción militar también empezó a tocar directamente a Colombia: dos de esas lanchas, una en el Pacífico y otra en el Caribe, salieron del país y en ellas fueron asesinados ciudadanos colombianos.
De eso habló Petro también en la Plaza de Bolívar. Entre los miembros del gabinete celebraba efusivamente Víctor de Currea, el asesor de Medio Oriente de Presidencia que ha guiado la radicalización del presidente. Ondeó una bandera Palestina mientras Petro denunciaba el genocidio en Colombia y Gaza.
Por ahora, no hay señales de desescalamiento en la peor crisis diplomática de Colombia en décadas.
*Daniel Pacheco, editor general de La Silla Vacía.