Maduro recicla estrategia de desmantelar el sindicalismo autónomo, opinan gremialistas
Efecto Cocuyo, 30-8-2025
Correspondencia de Prensa, 30-8-2025
León Arismendi, abogado laborista, y Froilán Barrios, exdirectivo de la CTV, afirman que hay prioridades más importantes para los trabajadores, como mejores salariales y laborales.
En un discurso pronunciado el pasado 14 de agosto, durante la clausura del Congreso Pedagógico de Maestras y Maestros Bolivarianos, Nicolás Maduro propuso un “proceso constituyente” para “trascender” los sindicatos tradicionales, a los que calificó de “envejecidos” y “agotados”.
Su propuesta plantea reemplazar estas organizaciones por un «movimiento constituyente», que organizaciones gremiales y de lucha social han calificado como un ataque directo a la libertad sindical.
Los sindicatos han sido, a lo largo de la historia democrática del país, fundamentales para la defensa de los derechos laborales. Negocian contratos colectivos para garantizar salarios justos y condiciones dignas, protegen contra abusos de empleadores, organizan protestas y aseguran la independencia de los trabajadores frente al gobierno o partidos políticos.
ONG como Provea rechazan tal propuesta y la califican de nueva amenaza contra el movimiento sindical y recuerdan que la existencia del sindicalismo autónomo y libre de amenazas e injerencias indebidas del Estado es esencial para la democracia y la garantía de los derechos sociales.
«Esta nueva amenaza se produce en el marco de la imposición de un modelo económico basado en el estrangulamiento de la capacidad de consumo de los trabajadores, la precarización del empleo decente, la flexibilización de las relaciones de trabajo y la persecución a la disidencia laboral», indicaron tras conocer las palabras de Maduro.
Debatir el salario es más prioritario
Según el abogado laboralista León Arismendi, “los sindicatos son la voz colectiva de los trabajadores; sin ellos, quedan a merced de la arbitrariedad del Estado o el capital”.
Arismendi expresó su preocupación por la falta de interés de los trabajadores venezolanos en el debate propuesto por Maduro, señalando que su prioridad es un salario digno.
“El salario mínimo está cerca de desaparecer, y Maduro lleva tres años sin ajustarlo. Los trabajadores necesitan un buen salario, no este debate”, afirmó el experto abogado laboral en conversación con Efecto Cocuyo.
Arismendi, citando un Informe de la Comisión de Encuesta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), subrayó la necesidad de eliminar mecanismos que interfieran en la autonomía sindical, como los Consejos Productivos de Trabajadores, y establecer criterios objetivos para determinar la representatividad de organizaciones de trabajadores y empleadores. También abogó por suprimir disposiciones que exijan información detallada sobre afiliados, en línea con las recomendaciones de la OIT.
Insiste en que la prioridad debe ser garantizar un salario digno y respetar la libertad sindical, como lo establece la OIT. “Los trabajadores no quieren debates ideológicos; quieren vivir con dignidad”, concluyó.
Nada novedoso
Froilán Barrios, exdiputado y exdirectivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), afirma que esa promesa del presidente Nicolás Maduro de “renovar el sindicalismo venezolano” no es para nada novedosa y recicla viejas y olvidadas medidas de la extinta Unión Soviética.
«Según estos modelos, basados en textos como los de la Editorial Progreso de Moscú, los sindicatos dejaron de ser defensores de los trabajadores para convertirse en herramientas de adoctrinamiento. En Venezuela, desde el año 2000, Hugo Chávez y Maduro replicaron este enfoque con entusiasmo, pero esas propuestas han terminado en fracasos marcados por la corrupción, el despilfarro y la precarización de las condiciones laborales», añadió.
Barrios acusa a Maduro de usar este anuncio para ocultar su historial como “sepulturero de los derechos laborales” desde 2013.
«Medidas como el Memorándum 2792 y los instructivos de la Onapre (Ofincina Nacional de Presupuesto) han eliminado contratos colectivos, tabuladores salariales y primas, devastando salarios, pensiones y la seguridad social. Estas políticas han fragmentado los sindicatos y anulado las conquistas laborales, mientras Maduro se presenta cínicamente como presidente obrero”, agregó.
Tras 26 años de chavismo, el Estado venezolano se ha convertido, según Barrios, en «el peor patrono desde la Colonia», esclavizando a los trabajadores con políticas quedestruyen sus derechos.
El chavismo y su historial contra los sindicatos
Desde la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, el chavismo ha promovido organizaciones sindicales afines mientras reprime a las autónomas. Bajo Nicolás Maduro, esta política se ha intensificado.
La creación de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, subordinada al PSUV, ha debilitado la independencia sindical. Medidas como el Memorándum 2792 y los instructivos de la Onapre han eliminado contratos colectivos y escalas salariales en el sector público, lo que ha afectado gravemente a los trabajadores.
La represión también ha sido constante. Desde 2013, decenas de líderes sindicales han sido detenidos, especialmente tras protestas en 2014, 2017, 2018 y 2019.
En 2019, la OIT exigió al gobierno cesar la violencia y persecución contra sindicalistas, sin que se hayan tomado medidas.
“El chavismo, bajo Maduro, ha llevado al extremo la política de desmantelar la autonomía sindical. Ahora busca eliminar los sindicatos por completo”, señaló León Arismendi.