Sin Permiso, 16-3-2024
Traducción de Enrique García
Correspondencia de Prensa, 17-3-2024
El 1 de marzo se celebraron dos elecciones por sufragio universal en Irán:
-La elección de la Asamblea Legislativa;
-La elección de los 88 “expertos” religiosos cuya misión es esencialmente designar al próximo Guía Supremo vitalicio, máxima autoridad de la República Islámica.
Como prevé el sistema electoral, todos los candidatos habían sido previamente seleccionados por el poder.
Cifras récord de abstenciones y votos nulos
Después de una campaña electoral deprimente, que pasó prácticamente desapercibida, todo el mundo esperaba saber cuántas personas iban a participar en estas elecciones amañadas, que supuestamente aportaban un mínimo de legitimidad al régimen.
Según las cifras oficiales, la participación general fue sólo del 41%. Aunque esta cifra parezca muy exagerada, teniendo en cuenta el vacío observado en los colegios electorales, se trata de la tasa más baja de toda la historia de la República Islámica. Además, la participación fue inferior al 30% en todas las ciudades importantes, incluido el 20% en Teherán.
Además, un número muy elevado de papeletas fueron invalidadas deliberadamente y por adelantado por los electores, que, por ejemplo, escribieron en ellas insultos. Como resultado, los grandes ganadores de estas elecciones son, con diferencia, los no votantes y los votos invalidados.
Y todo ello a pesar de la intensa publicidad de última hora protagonizada por el Guía y los dirigentes de su brazo armado (Pasdaran), incitando al “pueblo musulmán” a llevar a cabo una “Jihad electoral”. La evidencia de esta derrota es tal que sólo Jamenei (el actual Líder Supremo) se atrevió a ridiculizarse declarando que «a pesar de todos los esfuerzos de los enemigos del Islám y de Irán», ¡los iraníes lograron la Jihad!
Luchas de clanes dentro del régimen
Contrariamente a lo que muchos “reformadores” esperaban, el actual Guía y su entorno, que son los verdaderos detentadores del poder, habían decidido restringir aún más el número de candidatos autorizados. Sólo validaban a aquellos que estaban en “armonía” con el Guía Supremo”.
-Desde el inicio de la campaña electoral, el ex Primer Ministro Moussavi llamó al boicot.
-Entre las numerosas candidaturas invalidadas se encontraba la de Hassan Rouhani, presidente de la República Islámica entre 2013 y 2021, considerado insuficientemente firme.
-Por su parte, el ex presidente Jatami intentó inicialmente “ofrecer” sus servicios al equipo existente. Pero ante la negativa categórica del actual Guía a validar incluso una pequeña parte de los candidatos de este clan, Jatami decidió finalmente “no votar personalmente”, sin convocar a un boicot.
La continua impopularidad del régimen
La impopularidad del régimen se ha expresado en primer lugar durante el poderoso movimiento 2022-2023 iniciado por mujeres. El apoyo popular al levantamiento se había extendido mucho más allá de los estratos sociales que habitualmente estaban en conflicto con el régimen, expresando un disgusto generalizado entre la gente corriente.
El régimen decidió “no dar marcha atrás” ante las demandas sociales, políticas y cívicas expresadas por los cientos de miles de manifestantes y los millones de personas que los apoyaban. Una represión implacable cayó sobre el país.
Este levantamiento y la forma en que el gobierno respondió redujo aún más la base social del régimen. Nunca ha sido tan cuestionado y odiado.
Relanzar e intensificar la represión ha sido una consigna central del poder desde el declive de la protesta política popular tras la feroz represión. A pesar de ello, los movimientos de huelga y protesta social han ido recuperando progresivamente su fuerza previa a la epidemia de Covid19.
La solidaridad internacional esencial
Miles de personas siguen encarceladas por su compromiso activista. Es urgente actuar para obtener su liberación. Entre ellos, tres sindicalistas del transporte, en cuyo nombre cinco centrales sindicales francesas intervinieron recientemente ante el Guía Supremo.
* Behrouz Farahany es militante de Solidaridad Socialista con los Trabajadores de Irán (SSTI).