Esta política insurreccional no se parece a la que se da en Venezuela, fomentada desde el extranjero, o a la que se dio en los países del este, es mucho más genuina. Hay algo muy genuino en la juventud nica. No necesitan manijas del exterior, ni planes de la Cia para crear un aparato de insurrección. No hay intereses económicos tan grandes en juego que motiven una injerencia extranjera...
