Las favelas y los barrios más reprimidos de las ciudades brasileñas se han visto obligadas desde siempre a fomentar la autogestión. Muchas veces, donde no llegaba el gobierno de turno –municipal, estatal o federal– llegaban las bandas de narcotraficantes, ganándose el favor de la población a cambio de servicios. Los gobiernos aparecen muy de cuando en cuando y con proyectos exóticos...
