Mientras la mayor parte del Sur global languidece ante la falta de vacunas, otros países se empeñan en acaparar las dosis. La desigualdad facilita la aparición de variantes más peligrosas, pero la supervivencia del virus no es la única beneficiada.
Mientras la mayor parte del Sur global languidece ante la falta de vacunas, otros países se empeñan en acaparar las dosis. La desigualdad facilita la aparición de variantes más peligrosas, pero la supervivencia del virus no es la única beneficiada.