Entre 2007 y 2017, los poderes fácticos económicos y políticos sellaron sus oídos y cerraron los ojos, aunque era del dominio público que el gobernante era: represor, simulador, inepto, corrupto y mentiroso.
Entre 2007 y 2017, los poderes fácticos económicos y políticos sellaron sus oídos y cerraron los ojos, aunque era del dominio público que el gobernante era: represor, simulador, inepto, corrupto y mentiroso.