Conocida por su amplia sonrisa, Doña Uia murió el pasado 10 de junio en Búzios, a 170 km de la capital del estado de Río de Janeiro. Fue admitida en la madrugada del 9 de junio y murió al día siguiente, una semana después de cumplir 79 años. Descendiente de esclavos, ayudó a difundir la historia de su pueblo y ha sido la capitana del movimiento quilombola en la región desde finales de los años 1990.
