“Durante las elecciones presidenciales de 2025 en Ecuador, la desinformación no fue un fenómeno aislado ni espontáneo. Fue una estrategia cuidadosamente orquestada, ejecutada en momentos clave de la campaña y dirigida a incidir directamente en las emociones, los temores y las decisiones de los votantes”.
Apenas conocidos los primeros datos, Luisa González y Rafael Correa denunciaron un “mega fraude”. En respuesta, el gobierno de Noboa denunció, citando informes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, un plan internacional que incluía magnicidio y atentados terroristas, entre otras acusaciones.
Los ecuatorianos irán a las urnas en estado de «conflicto armado interno», fruto de la declaratoria decretada 14 meses atrás por el presidente Noboa en respuesta a los altos niveles de inseguridad y violencia que vive Ecuador.
La derecha ha vuelto a imponerse, esta vez con un rostro joven. El nuevo gobierno, que durará menos de dos años, se enfrenta a una crisis múltiple, que incluye la acción descontrolada del crimen organizado.