El objetivo inmediato de esta política es reducir el independentismo a una fracción minoritaria de la población de Catalunya recurriendo a medidas de excepción temporales. El objetivo de fondo es consolidar la evolución autoritaria del régimen monárquico del 78, para lo cual hay que convencer a la población que, tras el final de ETA, han surgido unos nuevos y peligrosos enemigos interiores, unos otros, frente a los que hay que defenderse restringiendo la democracia...