Setenta años después de su creación, Israel es un Estado racista y de apartheid cuya opresión estructural de los palestinos sigue siendo el principal obstáculo para la paz y la reconciliación. (...) Paradójicamente, solo los palestinos podrían otorgarle plena legitimidad o aceptar como legítima la presencia de millones de colonos judíos mediante la solución de un solo Estado...