Hezbolá se enfrenta ahora al dilema de su doble lealtad, de un modo que afecta a sus intereses vitales. Parte de sus dirigentes se inclinan por aceptar un alto el fuego, junto con una retirada al norte del río Litani. Teherán, sin embargo, está obligando al partido a supeditar un alto el fuego en Líbano a un alto el fuego en Gaza, aunque resulte absurdo.
