Tras cinco años de eterno procés, en el que la grandilocuencia gestual de sus actores era proporcional a la extraordinaria lentitud de los hechos y a su voluntad constante de evitar un choque decisivo con el Estado, hemos entrado al fin en el momento de la verdad. No en el capítulo final de la película, pero sí en un pasaje cardinal para determinar el desenlace. "El proceso terminó, ahora empieza el Mambo", resumió la CUP en una feliz expresión esta mutación de la situación...