La ola de manifestaciones que sacudió las ciudades y pueblos de Indonesia la semana pasada muestra más que unas pocas similitudes con la que tumbó el régimen de Suharto en 1998.
La ola de manifestaciones que sacudió las ciudades y pueblos de Indonesia la semana pasada muestra más que unas pocas similitudes con la que tumbó el régimen de Suharto en 1998.