Podría decirse que este grupo de mujeres encarna todas las pesadillas de Javier Milei: son trabajadoras, delegadas y secretarias de las principales centrales sindicales del país, referentas de la economía popular y militantes gremiales de base.
Qué piensan sindicalistas y los trabajadores de la situación laboral en la era Milei. Los despidos, la balanza a favor del empleador, y las paritarias fantasma. Los salarios por el piso. La inflación silenciada. La lección de los jubilados. Y el paro como forma de moverse: “Hay que aprovechar el envión”.
“Habrá una acción sindical de 36 horas, comenzando con movilizaciones a partir del día 9 de abril al mediodía, y a partir de las 00 hs del día 10 un paro de 24 horas”.
El informe sobre distribución del ingreso para el 3er trimestre muestra que el 80% de los asalariados no llegó a cubrir la canasta básica familiar, percibió ingresos inferiores a $900 mil. El decil con mayores ingresos de la población recibió 18 veces más que el decil más pobre. Entre los asalariados, las mujeres percibieron un ingreso promedio 27,7% menor que los varones.
La imagen más significativa del día se produjo horas antes, cuando todavía el sol regaba las escalinatas de la Facultad de Ciencias Médicas: los escalones oficiaban de asientos para las y los jóvenes estudiantes que miraban serios y con una atención muy detallada a las docentes (todas mujeres) que impartían clase paradas en la vereda.
El gobierno necesita limitar el poder de organización y lucha de las y los trabajadores para avanzar en sus ataques a la educación, así como lo está haciendo con la salud, con despidos en el Hospital Posadas que son resistidos por sus trabajadores apoyados por la comunidad de pacientes.
Al igual que en la huelga general de enero, el Ejecutivo presentó ayer su liturgia antigremial. Al mandatario no le preocupa tanto el alcance de la medida de fuerza en la calle o la actividad económica, sino el impacto en el Congreso.
El 1° de mayo, la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos organizaciones que comparten el nombre de Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) –la nacional y la autónoma– celebraron su acto frente al Monumento al Trabajo, detrás de la Casa Rosada, mientras que las corrientes sindicales que responden a los partidos del Frente de Izquierda y de Trabajadores se concentraron en la plaza de Mayo.
El vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Emiliano Yacobitti, expresó: “Así no se puede seguir funcionando”.
"Por la magnitud del recorte, está claro que no fue una simple tanda de despidos en el Estado. El Gobierno tiene el objetivo de ir por los derechos de todos los laburantes, no sólo del sector público. Y fue mensaje para todos..."
“Si Milei lleva adelante estas medidas económicas de hambre, ajuste y despidos, los trabajadores, los jubilados y los más humildes lo van a llevar en andas al ministro (Luis Caputto), pero para tirarlo al Riachuelo”
El objetivo prioritario del gobierno de la ultraderecha «libertaria» y sus aliados pasa por cambiar de raíz el modelo de acumulación argentino, aun si ello requiere poner patas arriba el andamiaje legal del país.
El paquete de medidas de Milei es el intento de instaurar un régimen dictatorial que tiene que ser absolutamente resistido.
Los datos que publicó el Indec sobre salarios e inflación antes del balotaje dan cuenta del deterioro del poder adquisitivo de los salarios.
En estas horas, en medio de una crisis creciente, el régimen capitalista baraja alternativas frente a una economía que no encuentra la salida hace una década. La clase trabajadora, en unidad de los trabajadores ocupados y desocupados, tiene el desafío de formular su propio programa para derrotar el ajuste del FMI, el gobierno, la oposición derechista y los empresarios.
Lo advertimos desde un principio, el Fondo sigue siendo el mismo, y lo volvemos a corroborar a partir de la divulgación –no oficial– del borrador de entendimiento.
Las movilizaciones de aquel año fueron el telón de fondo de la política durante las siguientes décadas. Veinte años después, el espectro del año maldito del país normal vuelve a acechar al país.
A lo largo de la historia y las geografías, la unión entre agentes y trabajadores genera encendidas polémicas. En Estados Unidos, los estudios muestran una correlación positiva entre la negociación colectiva de los uniformados y el aumento de sus abusos contra civiles.