Mark Johnson*
Traducción de Viento Sur, 28-12-2024
Correspondencia de Prensa, 1-1-2025
El histórico movimiento estudiantil une a agricultores y ecologistas contra el Gobierno de Vučić y el proyecto del litio de la UE
En una histórica demostración de fuerza que reunió a estudiantes, agricultores y ciudadanos de toda Serbia, más de 100.000 personas invadieron el domingo la plaza Slavija de Belgrado. Según los Archivos de Reuniones Públicas (Arhiv javnih skupova), esta movilización superó a las manifestaciones del 5 de octubre de 2000, que provocaron la caída del régimen autoritario de Slobodan Milošević.
Una movilización nacida de la tragedia
La tragedia del 1 de noviembre -el derrumbe de una marquesina de hormigón en la estación de Novi Sad 1, que se cobró la vida de 15 personas- desencadenó una oleada de protestas sin precedentes. La catástrofe se convirtió en un símbolo de la decadencia institucional en un país donde los grandes escándalos suelen quedar impunes.
Las y los estudiantes, que fueron los primeros en movilizarse, no tardaron en hacer causa común con activistas ecologistas y agrarios, sobre todo en su oposición al controvertido proyecto minero de litio de Jadar. Esta convergencia creó lo que la y los analistas describen como una alianza sin precedentes entre estudiantes urbanos y activistas rurales.
Ruke su vam krvave (Tus manos están ensangrentadas), un mensaje que aparece en la fuente de la plaza Slavija, convertida en símbolo del movimiento.
El litio, un problema europeo y un escollo nacional
En el centro de las protestas está el controvertido proyecto de extracción de litio en el valle del Jadar, promovido por el gigante minero Río Tinto. El proyecto representa el mayor yacimiento de litio descubierto en Europa, un mineral esencial para la transición ecológica europea y la fabricación de baterías eléctricas.
Inicialmente suspendido en 2022, tras protestas masivas, el proyecto de Rio Tinto, que suponía una inversión de 2.400 millones de euros, fue relanzado en 2023 mediante un memorando de entendimiento secreto entre el Presidente serbio Aleksandar Vučić y el Vicepresidente de la Comisión Europea Maroš Šefčovič.
Como señala Zlatko Kokanović, líder del movimiento Ne damo Jadar (No cedemos ante Jadar). “Lo que empezó como una lucha medioambiental local se ha convertido en una lucha por nuestra soberanía frente a los intereses extranjeros”.
Se intensifica la implicación europea
El acuerdo con Río Tinto forma parte de una estrategia más amplia de la UE para asegurarse el suministro de litio de cara a China. El fabricante eslovaco de baterías InoBat firmó recientemente un acuerdo para construir una planta en la ciudad serbia de Cuprija, respaldada por 419 millones de euros en subvenciones públicas. Esta convergencia entre los intereses industriales europeos y la controvertida minería ilustra las crecientes tensiones en torno a la transición ecológica.
Universidades y sociedad civil: una convergencia de luchas
Las manifestaciones también cuestionan los planes de reforma de la enseñanza superior, que las críticas consideran una forma de privatización encubierta. El analista Stefan Aleksić explica:
“Después de desmantelar nuestra industria desarrollada para permitir que el capital extranjero instale fábricas de explotación, ahora vamos a desmantelar nuestras instituciones educativas. La universidad se convertirá en una nueva zona libre de inversiones”.
Más de un centenar de doctorandos y doctorandas de la Universidad de Belgrado han hecho pública una declaración en la que subrayan el papel histórico de su institución en “la defensa del conocimiento, el pensamiento crítico y la integridad académica”. Argumentan que “el pensamiento crítico implica no sólo el examen del conocimiento científico, sino también el análisis de la sociedad a la que pertenecemos”.
La histórica manifestación del domingo
La manifestación comenzó a las 16:00 horas en la plaza Slavija, con procesiones de estudiantes que convergían desde cuatro direcciones principales. Haciéndose eco de las protestas antinacionalistas de 1996/97 2, las y los estudiantes portaban pancartas que proclamaban “Belgrado vuelve a ser el mundo” -un rechazo explícito de la política aislacionista- junto a mensajes como “La corrupción mata” y “El Estado es propiedad de los niños”, este último en respuesta a la afirmación de un diputado del partido gobernante de que “los menores son propiedad del Estado”.
Un momento especialmente impactante se produjo a las 16:30, cuando la enorme multitud guardó quince minutos de silencio en memoria de las víctimas de Novi Sad, y los manifestantes alzaron sus teléfonos móviles como si fueran velas en lo que se describió como un “silencio ensordecedor”.
La alianza entre estudiantes y agricultores, a prueba
El intento del activista agrícola Zlatko Kokanović de conducir un tractor hasta la manifestación -que recordaba al bulldozer simbólico del 5 de octubre de 2000- condujo a su detención junto con Nebojša Petković, otra figura del movimiento Ne damo Jadar. El tractor, remolcado por la policía, se ha convertido en un nuevo símbolo de la resistencia.
“Cuando los campesinos y campesinas expresaron su apoyo a las y los estudiantes que bloqueaban las universidades, el gobierno intentó silenciarnos con prohibiciones de cinco años para cultivar la tierra. Pero subestimaron hasta qué punto su ataque a la educación y su política medioambiental han unido a la Serbia urbana y rural”. – Nebojša Petković
Resistencia mediática y movilización continua
Al paso de los manifestantes frente al edificio de Radio Televisión Serbia (RTS) 3, varios empleados publicaron una carta abierta desmarcándose del silencio de su empleador ante las protestas. Esta disidencia interna marca una grieta importante en el control estatal de los medios de comunicación.
La próxima manifestación está prevista para el miércoles 25 de diciembre, entre las 11:52 y las 12:07 horas, en el cruce de las calles Nemanjina y Kneza Miloša 4. Los manifestantes tienen previsto marchar hasta la Fiscalía Suprema para exigir medidas al Fiscal General Zagorka Dolovac.
Perspectivas de futuro
La manifestación del domingo -el doble de numerosa que las recientes protestas ecologistas contra Río Tinto y que cualquier manifestación progubernamental- plantea la cuestión de los próximos pasos. Mientras algunos piden un acercamiento a la oposición parlamentaria, muchos manifestantes desconfían tanto de la oposición de centro-izquierda como de la de centro-derecha. Otros piden una huelga general, aunque los sindicatos guardan un notable silencio.
Las y los organizadores estudiantiles se mantienen firmen, declarando en su cuenta de Instagram Students on Blockade: “Quédate con nosotros, ¡solo acabamos de empezar!”. Elogiaron a los manifestantes por su no violencia y solidaridad, y añadieron: “Gracias por cuidar de nosotros, ¡nosotros también cuidaremos de vosotros!”.
Una cosa está clara: Serbia se enfrenta a su mayor movimiento ciudadano desde el año 2000, un movimiento que tiene un éxito singular a la hora de superar las divisiones entre las zonas urbanas y rurales, al tiempo que desafía tanto la corrupción interna como las presiones económicas internacionales. Queda por ver si esto se traducirá en un cambio político concreto, pero la manifestación del domingo marcó una clara escalada tanto en la escala como en el alcance social de un movimiento que ya ha alcanzado proporciones históricas.
*Mark Johnson a partir de datos de Mašina