A solo tres semanas de la votación de una nueva carta magna, la estrategia de desinformación de los grupos más conservadores se potencia, con anuencia de la mayoría de los medios tradicionales.
A solo tres semanas de la votación de una nueva carta magna, la estrategia de desinformación de los grupos más conservadores se potencia, con anuencia de la mayoría de los medios tradicionales.