La solidaridad con Palestina se ha convertido en un delito: expresarla hablando, escribiendo o manifestándose se castiga con citación policial, condena penal o prohibición previa.
La solidaridad con Palestina se ha convertido en un delito: expresarla hablando, escribiendo o manifestándose se castiga con citación policial, condena penal o prohibición previa.