¿Por qué hemos de creernos que los estamentos político, mediático y científico tienen ahora interés en contarnos la verdad, o en asegurarnos el bienestar, después de haberse demostrado que han mentido repetidamente o guardado silencio en relación con asuntos todavía más graves y durante periodos mucho más largos, como por ejemplo con las diversas catástrofes ecológicas que han estado acechando desde la década de 1950?
