Sudán – La represión continúa. Comités de Resistencia piden formar una «autoridad popular» para derrocar el régimen golpista. [Mena Solidarity Network]

Los Comités de Resistencia piden la formación de una «autoridad popular» para derrocar el régimen golpista.

Mena Solidarity Network

A l’encontre, 2-3-2022

Traducción de Correspondencia de Prensa, 3-3-2022

Continúan las manifestaciones masivas en todo Sudán como parte de la resistencia de los movimientos revolucionarios civiles al golpe militar que tuvo lugar en octubre de 2021. El 14 de febrero, 15 ciudades de Sudán participaron en una nueva Marcha de los Millones. En Jartum, decenas de miles de personas se unieron a las marchas hacia el parlamento nacional. Una semana después, otra gran movilización, «Rompe las cadenas» [«Break the Chains»], hizo que miles de personas salieran a la calle para exigir la liberación de los presos políticos.

Los Comités de Resistencia de Jartum, las organizaciones revolucionarias de barrio que lideran el movimiento, publicaron el 28 de febrero una carta política en la que se pedía la formación de una nueva «autoridad popular» opuesta al régimen golpista. El nuevo organismo unificaría las fuerzas revolucionarias y excluiría a todos los que participaron en el golpe de octubre de 2021.

Mientras tanto, los miembros de los Comités de Resistencia del Estado del Norte levantaron barricadas en la principal carretera que atraviesa el estado, bloqueando los camiones que iban y venían de Egipto [de Abdel Fattah al-Sissi], un importante aliado del régimen del general Abdel Fattah al-Burhan. El bloqueo fue inicialmente una respuesta a un aumento previsto de las tarifas de la electricidad.

Intensa represión

Los miembros del Comité de Profesores de Sudán (Sudanese Teachers’ Committee-STC) informan de que «la situación política sigue bloqueada y estancada. Los manifestantes salen a la calle todos los días. Hay ocho manifestaciones principales previstas cada mes, además de otras manifestaciones locales».

Los militares han intensificado la represión, según los activistas del CTS: «Reactivaron el antiguo sistema de inteligencia; su autoridad estaba limitada en el último gobierno, y ahora se les ha dado plenos poderes. Están realizando detenciones masivas de activistas. Aparecen en gran número, armados con municiones de guerra. Llevan a cabo horribles torturas, abusos verbales y violencia contra los manifestantes y los detenidos. Al menos 200 a 300 personas han sido encarceladas y 2000 han resultado heridas. Los detenidos permanecen en paradero desconocido y no ha contra ellos ninguna acusación formal».

El régimen militar sudanés detuvo a varios miembros destacados del Comité de Eliminación del Poder (ERC, Empowerment Removal Committee) [por ejemplo, Taha Osman Ishag, Wajdi Saleh, Khaled Omar y muchos otros miembros del ERC], al que el gobierno de transición encargó el desmantelamiento de las estructuras del antiguo régimen, incluido el presidente de este organismo. Hasta el 17 de febrero, 110 personas llevaban tres días detenidas en la prisión de Kober. Al parecer, el director de la Sudanese Standards Organisation, Sami Bella, fue detenido. Mientras tanto, el relator del ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), Adama Deng, pidió una investigación rápida e imparcial sobre el asesinato y la detención arbitraria de los manifestantes.

La presión internacional permitió la liberación de Amira Osman [detenida la noche del 22 de enero], que llevaba 15 días recluida en la cárcel de mujeres de Omdurman. Ahora, pesa contra ella la acusación de posesión ilegal de armas y municiones.

Más de 100 presos políticos, entre ellos el destacado miembro del ERC, Wajdi Saleh y el ex ministro de negocios del gobierno Khalid Omer Yousif, iniciaron una huelga de hambre. Otros dos manifestantes, Munther Abdelrahim (18) y Muhammad Ibrahim el Nakhli (17), murieron por disparos de las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones.

La crisis política va acompañada de un aumento del malestar social, según los activistas del Comité de Profesores de Sudán (STC). «Todas las oficinas del gobierno están cerradas debido a los bloqueos. La situación política y económica se está deteriorando. Hay aumentos masivos del costo de la vida y de servicios como el gas para cocinar».  (Artículo publicado por Mena Solidarity Network, 1-3-2022)