Pobladores shipibos afirman que, por el agua contaminada, aún sufren enfermedades y sus chacras no producen. El contrato establecía que la empresa Maple Gas debía cumplir con leyes de protección al medioambiente, pero dejó todo en abandono.
Pobladores shipibos afirman que, por el agua contaminada, aún sufren enfermedades y sus chacras no producen. El contrato establecía que la empresa Maple Gas debía cumplir con leyes de protección al medioambiente, pero dejó todo en abandono.