Ortega se vendió como de izquierda y progresista y al final no lo es. El primer hito fue cuando penalizó el aborto. Lo hizo para poder manipular a ciertos sectores de Nicaragua, un país muy religioso. Para venderse como un hombre nuevo, utilizó a Miguel Obando y Bravo, que en su momento era arzobispo de Managua y cardenal de la iglesia católica, y armó la Comisión de Paz y Reconciliación de gobierno...
