Matar al enemigo es la guerra. Matar a los propios es el fratricidio. Ese principio universal deambulaba el viernes pasado en el acto de perdón ocurrido en La Chinita, el barrio de Apartadó, en el Urabá antioqueño, donde 35 personas murieron asesinadas de manera indiscriminada en la madrugada del 24 de enero de 1994 durante una verbena popular a manos de un comando armado de las Farc. Por eso, en nombre de esa guerrilla, Iván Márquez pidió perdón...