Hoy, a pesar de las señales positivas de lucha y de los cambios en la conciencia política, el movimiento de la clase obrera está emergiendo de décadas de derrota y de la marginación de las ideas y de las organizaciones revolucionarias. Para algunos pequeños grupos de revolucionarios, la brecha entre la necesidad apremiante de un cambio social y las fuerzas sociales existentes para lograrlo puede llevarlos a hacer equilibrios políticos -incluso a socialistas muy entusiastas- que los alejen de la auto emancipación de la clase obrera...
