Alemania – «Juicios tardíos». El guardia nazi de 100 años acusado por el exterminio en un campo de concentración. [Página/12 – Valeria Vegh Weis]

Josef Schutz es el acusado más longevo en rendir cuentas por el exterminio

Página/12, 9-10-2021

Alemania avanza en los procesos judiciales contra los responsables de la máquina de exterminio nazi, a 76 años del fin de la Segunda Guerra Mundial. En el marco de los juicios contra los criminales de segundo rango, un exguardia del campo de concentración de Sachsenhausen de 100 años de edad negó haber sido cómplice del asesinato de 3.518 prisioneros.

«No hice absolutamente nada. Soy inocente», declaró el acusado Josef Schutz, en la segunda audiencia del proceso abierto el jueves en la ciudad alemana de Brandenburg an der Havel, cercana a Berlín. Schutz se convirtió esta semana en el acusado más longevo en rendir cuentas por presuntos crímenes durante el nazismo.

La acusación indica que fue cómplice en las muertes de esos 3.518 presos, ocurridas mientras sirvió en ese campo, entre 1942 y 1945. Según la fiscalía, participó «consciente y voluntariamente» en esos asesinatos.

Puntualmente, se señala que el procesado fue cómplice del fusilamiento de prisioneros de guerra soviéticos, así como en el asesinato en cámaras de gas de otros presos de ese antiguo campo de concentración nazi.

Alrededor de 200.000 prisioneros pasaron por el campo de concentración de Sachsenhausen, de los cuales 20.000 al menos fueron asesinados.

Por qué se juzga ahora a los cómplices

El proceso se inscribe en los llamados juicios tardíos por complicidad en los crímenes nazis. Esta serie de casos se abrió a raíz de la sentencia dictada en 2011 contra el ucraniano John Demjanjuk, quien fue condenado a cinco años por complicidad en las muertes del campo de Sobibor, en la Polonia ocupada.

Fue un juicio complejo, contra el que el procesado -que vivía exiliado en Estados Unidos- agotó todos los recursos legales para tratar de impedir su extradición.

Demjanjuk asistió a su proceso en una camilla, no llegó a pronunciarse nunca sobre los cargos que le imputaban y murió unos meses después de escuchar sentencia en un asilo de ancianos.

Pero su sentencia sentó jurisprudencia. Le siguieron otros procesos en condiciones parecidas, dificultados por interrupciones y alegaciones sobre la precaria salud del acusado.

Para los representantes de la acusación particular y colectivos de víctimas, el sentido de estos juicios no es someter a ancianos a la tortura de un proceso, sino sostener el principio fundamental de que los crímenes del nazismo no prescriben.

Los otros juicios que se vienen

Para el 19 de octubre está previsto el inicio del juicio contra Irmgard Furchner de 96 años y exsecretaria del campo nazi de Stutthof, en el norte de Alemania, acusada de ser cómplice de 11.000 asesinatos o intentos de asesinato.

El proceso debería haberse abierto hace una semana, pero la procesada protagonizó un intento de fuga que atrasó el proceso judicial.

Ese mismo día tomó un taxi desde la asilo de ancianos donde reside hasta una estación de metro de Hamburgo, donde fue localizada y detenida unas horas después.

A la anciana se le imputa complicidad en esas muertes por su trabajo como administrativa en ese campo, donde sirvió entre junio de 1943 y abril de 1945.

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Juicio centenario

Valeria Vegh Weis

Página/12, 8-10-2021Alemania0910 II

El jueves 7 de octubre comenzó en Brandenburg, Alemania, el que probablemente será el último juicio contra genocidas nazis. Se trata de un proceso contra Josef S., quien fue guardia del campo de concentración Sachsenhausen y al que se lo acusa de haber colaborado en el asesinato de más de 3,500 personas entre enero de 1942 y febrero de 1945.

El acusado tiene hoy 100 años y cumplirá 101 el próximo 16 de noviembre. Si bien se encuentra en condiciones médicas de afrontar el juicio solo puede hacerlo por tres horas diarias. Por ello, el tribunal decidió realizar las audiencias en un estadio cerca del domicilio del imputado, con lo que se asegura su presencia por el mayor tiempo posible. El proceso contará con 21 audiencias que culminarán en enero de 2022.

El hecho de que un centenario sea juzgado no es el resultado de un compromiso ilimitado con la justicia, sino todo lo contrario. Después de décadas de impunidad en los que el Poder Judicial aleman dilató procesos y evitó llevar a los perpetradores a juicio, este caso vio la luz por ser impulsado directamente por víctimas y familiares.

Al frente del caso se encuentran 16 querellas, que incluyen siete sobrevivientes. Otra particularidad del juicio es que, mientras la mayoría de los procesos contra perpetradores nazis estuvieron basados en documentación escrita, esta vez las victimas declararán y serán escuchadas por el tribunal y el público presente.

Las víctimas también son centenarias y han esperado por décadas para que se haga justicia. Entre ellas, se encuentra Leon Schwarzbaum, sobreviviente de Auschwitz, Buchenwald y Sachsenhausen, quien, también con 100 años, sabe que esta es la última oportunidad de hacer justiciar por sus familiares y amigxs asesinadxs.