Uruguay – Se perdieron 40 mil puestos de trabajo en el año

El empleo está en el menor nivel desde febrero de 2008, según el INE.

 El País, 8-9-2018, https://negocios.elpais.com.uy

El mercado laboral profundizó su deterioro en el mes de julio y el empleo está en el menor nivel en una década. Al comparar el dato de julio respecto a igual mes del año pasado, se constata que hay 40.686 puestos de trabajo menos.

«Las cifras laborales de julio son aún más preocupantes que las registradas en los meses (años) previos: las autoridades deberían reconocer que la realidad empeoró y rever mucho», señaló el economista Aldo Lema.

Es que la tasa de empleo se ubicó en 56,5% de la Población en Edad de Trabajar (PET) en julio, es la menor para un mes desde febrero de 2008 (había sido 56,4% esa vez) y muy cercana a la que se registró en marzo de este año (56,6% de la PET), según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así la tasa de empleo, es medio punto porcentual menor que en junio. Esto implica que en un mes, se destruyeron 13.428 puestos de trabajo. La caída respecto a julio de 2017 es de 1,8 punto porcentual, lo que implicó 40.686 empleos menos.

Sin embargo, esto no se refleja en las cifras de desempleo, que siguen prácticamente estables. El desempleo se ubicó en julio en 7,8% de la Población Económicamente Activa (PEA), una décima menos que en junio y dos décimas más que en julio del año pasado. De esa forma, había 136.848 desocupados en el séptimo mes del año.

El «deterioro del mercado laboral se mantiene en julio: empleo y actividad continúan a la baja. Desempleo sigue amortiguado por contracción de la oferta», explicó la consultora CPA Ferrere.

Es que si bien se pierden empleos (demanda), la tasa de desempleo prácticamente se mantiene porque también disminuye la cantidad de personas que buscan trabajo (oferta).

Eso se ve en que la tasa de actividad (personas empleadas y/o que buscan trabajo) en julio fue de 61,3% de la PET, 0,6 punto porcentual menos que el mes previo y 1,8 punto porcentual menos que en julio de 2017.

«Los datos de la encuesta de hogares vuelven a confirmar la tendencia decreciente en la cantidad de empleos. Nada hace pensar que vaya a cambiar. Si el desempleo no sube es porque miles bajan los brazos y se resignan. No son desocupados sino inactivos», dijo en su cuenta de Twitter el economista Javier de Haedo.

Según CPA Ferrere, «ante profundización del shock regional, no es esperable una reversión de la situación (del mercado laboral) en el corto plazo».

¿Qué dice el gobierno?

Al comparecer el martes ante la comisión de Hacienda integrada con Presupuesto del Senado, el subsecretario de Industria, Energía y Minería, Guillermo Moncecchi dijo que «nos preocupa y nos ocupa el tema de la caída del empleo».

En el caso de la industria, Moncecchi dijo que «efectivamente, ese mantenimiento de la producción (del sector) ha sido a costa de ganancias de eficiencia, a través de la caída del empleo. Lo que sucedió, seguramente, fue que se incorporó tecnología, si bien hay algunos otros factores».

El jueves, el presidente del Banco Central, Mario Bergara dijo que el menor nivel de empleo «nos preocupa porque es mucho, sobre todo en un país que está creciendo, no está cayendo».

Explicó entrevistado en el programa En Perspectiva de Radiomundo que «normalmente sucede que las variables de empleo y desempleo tienen rezagos con respecto al nivel de actividad. Cuando las cosas vienen bien, los empresarios no salen a contratar al otro día. Cuando las cosas vienen mal, tampoco despiden al otro día».

Bergara: «La perspectiva es de estabilidad; vamos a trabajar con todos los platitos girando».

«Eso daría una visión un poquito más optimista de que en algún momento el empleo va a empezar a repuntar», agregó.

Bergara apuntó a que un factor que explica la pérdida de puestos de trabajo «es la dinámica tecnológica» que «está modificando la forma de producir, distribuir. Hay un desplazamiento del empleo derivado de la automatización (de puestos de trabajo). Es un dato de la realidad que llegó para quedarse y que va a desafiar las políticas públicas en los próximos años».

Otro factor, a su juicio, es que «hay una buena parte de la reducción de puestos de trabajo que se dio en el sector de la construcción. No es un sector que evolucione de manera lineal, hay booms y caídas. Por ese lado hay una perspectiva positiva, porque tanto en la obra pública como en la inversión privada en los próximos años hay una expectativa de mejora y por ese lado puede haber un repunte del empleo».