Ucrania – Los socialistas democráticos ucranianos favorables al envío de armas para combatir la «agresión imperialista» de Rusia. [Charles R. Davis]

A l’encontre, 23-3-2022

Traducción de Correspondencia de Prensa, 26-3-2022

Los socialistas democráticos de Ucrania aportan un apoyo crítico al gobierno centrista de Zelensky. Vladyslav Starodubcev es uno de los dirigentes del partido de izquierda Sotsialniy Rukh (Movimiento Social). El joven de 19 años declaró a Insider que quiere que Occidente envíe armas a Ucrania.

Como socialista democrático, Vladyslav Starodubcev tiene muchas críticas contra la administración «neoliberal» del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, como la propuesta de reforma de la legislación laboral del país, que habría facilitado a los empresarios el despido de sus empleados sin importar el motivo.

Pero hablando desde Kiev, con un fondo sonoro de fuego de artillería, Starodubcev, de 19 años, líder del Sotsialniy Rukh, o Movimiento Social, un pequeño partido de socialistas democráticos que centra en gran medida su política en acciones anticapitalistas de base, en oposición a la simple política electoral, dijo que no había duda sobre de qué lado estaban él y sus compañeros cuando Rusia lanzó «esta horrible guerra» en su país. [En julio y agosto de 2021, el Movimiento Social documentó y denunció los ataques de la extrema derecha ucraniana a los activistas democráticos de izquierda. (Redacción A l’encontre)].

«El primer día de la guerra decidí quedarme», dijo a Insider. Su familia optó por huir de la capital ucraniana; quedó solo en su apartamento. Cuando los misiles de crucero caen sobre la capital, se refugia en el salón. «Es difícil dormir porque pueden disparar un cohete contra mi edificio en cualquier momento».

Pero, agrega, «me quedo porque, en esta situación, quiero defender de manera activa a mi país, para ayudar a la gente que lo necesita. Y si Ucrania fuera ocupada, para resistir la ocupación».

Para él, resistir la invasión rusa significa ayudar a distribuir la ayuda humanitaria, como alimentos y medicamentos. Para otros socialistas, significa «participar en el esfuerzo de guerra y apoyar al ejército». Y por ahora, significa apoyar al gobierno, y Starodubcev reconoce que Zelensky ha «unido al país» con su desafío mediático.

Esto no quiere decir que no haya críticas: en la ciudad sitiada de Mariupol, por ejemplo, cree que el Estado podría y debería haber hecho más para preparar a la población a un ataque ruso, ya que la ciudad era un objetivo estratégico evidente, y ahora Mariupokl se encuentra sumida en una catástrofe humanitaria.

La cuestión del «envío de armas»

Pero le preocupan las respuestas de algunos miembros de la izquierda en el extranjero. Aunque muchos partidos de izquierda han condenado la invasión de Ucrania, a menudo la condena es formulada de tal manera que, en su opinión, se trata de una apología, es decir, la creencia de que la guerra de agresión del Kremlin fue provocada por Occidente, en lugar de ser el producto de un nacionalismo ruso revanchista.

Momentos antes de hablar con Insider, Vladyslav Starodubcev hablaba por teléfono con miembros de Podemos, el partido de izquierda «populista» en España y socio menor del PSOE en una coalición de gobierno bajo el Partido Socialista.

«Están ‘en contra del envío de armas’, contrariamente a otros partidos en España que tratan de ayudar a los ucranianos, es una política estúpida y horrible», dijo.

«Tienen esta idea de que Rusia se está defendiendo de la expansión de la OTAN y que tiene razones para atacar, es simplemente falso y estúpido. Esa idea de no enviar armas porque puede prolongar la guerra es el fruto de una mala interpretación de las políticas rusas», dijo. «El objetivo de Rusia es el de instalar un gobierno títere y destruir a Ucrania como país soberano que aplica una política independiente del Kremlin. Así que ese argumento, objetivamente, apoya la ocupación.»

Irónicamente, o quizás no, «los militantes de izquierda rusos son menos prorrusos que los occidentales», dijo Starodubcev. «Entienden a su gobierno mucho mejor que DSA en EEUU, Podemos en España o Stop the War Coalition en Gran Bretaña. Se oponen firmemente a Putin. Se oponen firmemente a la guerra: buscan sabotearla».

Los socialistas ucranianos reclaman acciones concretas, como la anulación de la deuda externa del país, que ahora asciende a casi 130.000 millones de dólares, casi 10 veces más que en 2000. Algo que no cuestionan los militantes de izquierda de otros países.

Pero lo que Ucrania necesita ahora es el apoyo a la lucha armada contra el militarismo ruso, dijo Vladyslav Starodubcev.

Los ucranianos contra la «agresión imperialista»

«Por supuesto que apoyamos el envío de armas a la resistencia ucraniana y al ejército ucraniano», dijo. «Creo que muchos socialistas deberían presionar a sus gobiernos para que envíen aviones y armas antiaéreas o antitanques, para defender al pueblo ucraniano».

«Esta es una guerra del pueblo ucraniano contra la agresión imperialista», añadió. «Y me parece muy extraña la respuesta de la izquierda occidental, que simplemente ignora el hecho de que el pueblo ucraniano está luchando por su vida, por su independencia».

Fuera de Ucrania, los canales de noticias por cable y los grupos de discusión de izquierda han dedicado un tiempo excesivo a debatir lo que Vladyslav Starodubcev y el gobierno estadounidense consideran condenado al fracaso: una zona de exclusión aérea.

Se trata de una demanda de Volodymyr Zelensky que significaría que los miembros de la OTAN podrían derribar aviones rusos en Ucrania, algo que llevaría a un conflicto directo entre potencias nucleares.

«La mayoría de las veces evito este debate sobre la zona de exclusión aérea porque es realmente irreal: no va a suceder», dijo Vladyslav Starodubcev. Tampoco es necesario, añadió. Puede que Volodymyr Zelensky sólo lo pida como táctica para conseguir lo que realmente quiere: la capacidad de imponerlo él mismo.

El país no necesita tropas militares extranjeras en tierra ni aviones de la OTAN en el cielo. «Necesita aviones de combate [1] y material antiaéreo para defender sus ciudades contra las bombas y los cohetes», dijo Starodubcev. «Creo que Ucrania podría resistir si tuviera suficientes armas».

Quedarse es una manera de enviar un mensaje

Mientras tanto, piensa quedarse aquí, decidido a ayudar a construir una Ucrania socialista sobre las cenizas de la guerra.

La izquierda ucraniana no es muy fuerte, aunque sus políticas en materia de sanidad y trabajo organizado son populares, una izquierda [el Partido Comunista Ucraniano] debilitada por su asociación con Rusia. Cuando Moscú anexionó Crimea, en 2014, lo hizo con el apoyo del Partido Comunista ucraniano. Y si bien se trata de un partido que no es especialmente progresista -que combina el conservadurismo social con la nostalgia del estalinismo y del imperio soviético-, ha desprestigiado a la izquierda, en el sentido más amplio, ante una población que asume la identidad ucraniana.

Esta es, en parte, la razón por la que Starodubcev se queda en Kiev. Es lo correcto, cree (aunque no juzga a los que se han ido), pero también es una especie de mensaje de propaganda: demostrar que los nacionalistas ucranianos de derecha -un problema real, reconoce, exacerbado por la guerra, pero exagerado a su vez por la propaganda rusa- no tienen el monopolio del patriotismo en tiempos de guerra.

Por eso también insistió en que se publicara su verdadero nombre, aunque para él esto signifique un peligro potencial si Moscú llega a tomar la capital.

«En esta situación, para que nuestra posición sea escuchada, conviene que utilicemos nuestros verdaderos nombres porque estamos tratando [con nuestra actitud] de que la izquierda vote a favor de la entrega de armas» y se oponga a una invasión extranjera de Ucrania, dijo. Por otra parte, «no creo que haya mucho riesgo, porque los servicios de inteligencia rusos son bastante estúpidos, diría yo». (Artículo publicado en Insider, 21-3-2022)

Nota

[1] El envío de aviones de combate que pertenecen, por ejemplo, a Polonia, desemboca en el tema de la «zona de exclusión». (Redacción A l’encontre)