Cultura – Dos ciudades que amaba. La biblioteca de Umberto Eco estará entre Bologna y Milán. [Marina Artusa]

Dos ciudades que amaba

A cinco años de su muerte, los herederos de Umberto Eco dividen su biblioteca entre Bologna y Milán

Clarín, 19-2-2021

Correspondencia de Prensa, 21-2-2021

“Venga, le quiero mostrar algo”, dijo Umberto Eco una mañana de 2015 en ese living que miraba de frente al Castello Sforzesco de Milán, donde Il Professore vivía con su esposa Renate y una máquina de café a la que ignoraba por completo porque no sabía usarla.

Fue un año antes de su muerte, que ocurrió en este mismo departamento, el 19 de febrero de 2016. En enero, Eco había cumplido los 84.

Il Professore recibía a Clarín en su casa para hablar de Número cero, la última novela que escribió. Durante el encuentro, no resistió la tentación de pasearnos por su biblioteca hasta que dio con el ejemplar que nos quería mostrar: la primera edición del Ulysses, autografiada por James Joyce.

“Como coleccionista de libros antiguos, colecciono solamente libros que hablen de cosas falsas -contó Eco a Clarín sobre los códices que evitaban el polvo resguardados en vitrinas-. No tengo a Galileo, por ejemplo, porque ha dicho cosas que luego para nosotros se revelaron como verdaderas. Pero sí tengo a Ptolomeo, que se había equivocado y creía que el sol giraba en torno la Tierra. Por eso todo lo que tenga que ver con alquimia, ocultismo, me interesa. Basta con que una cosa sea falsa para que entre en mi colección.”

Se cumplen cinco años de la muerte de Eco y la noticia es que, luego de tratativas tan intensas como infructuosos -que hasta llevaron a los herederos a suspender las conversaciones con el Ministerio de Bienes Culturales de Italia por años-, su inmensa biblioteca, ese laberinto blanco en el que todo es apetecible y donde Eco bebía su néctar mejor, será dividida en dos y formará parte del patrimonio del Estado italiano.

La biblioteca moderna, con sus 35 mil volúmenes y su archivo, será cedida en comodato por 90 años al Alma Mater Studiorum Università di Bologna donde Eco enseñó semiótica durante cuatro décadas y de la cual fue nombrado profesor emérito.

La Biblioteca Universitaria del Alma Mater cederá un ala para que se convierta en la Biblioteca Eco, en la Piazza Puntoni, ahí sobre el final de Via Zamboni, la calle universitaria de Bologna donde tienen sede la mayoría de sus facultades.

Habrá una copia exacta de su estudio y los libros respetarán el orden que Eco les dio en su casa.

En la Biblioteca Nazionale Braidense de Milán dormirán, en cambio, sus 1.200 volúmenes antiguos entre los que hay 36 incunables y 380 volúmenes publicados entre el 1500 y el 1700.

Eco bautizó a esta colección “Biblioteca semiológica curiosa, lunática, mágica y neumática”.

Habrá un comité de conservación designado por los herederos y por el Ministerio de Bienes Culturales para preservar los ejemplares y garantizar que la mayoría de los libros que pertenecieron al Professore puedan ser digitalizados para su consulta.

La familia Eco admitió haber recibido demasiadas presiones y conjeturas por lo cual, para poder decidir en calma suspendió, por un tiempo todo tipo de tratativas. “Las hipótesis de cesión a universidades extranjeras o de venta al exterior no estuvieron nunca en consideración. Tampoco una subasta ni su fragmentación. La familia considera justo que la biblioteca permanezca en Italia”, habían manifestado los herederos.Cultura2102 II

La noticia sobre el destino final del paraíso librero de Eco tiene además un sentido simbólico: celebra el 50º aniversario de la creación del DAMS -Discipline delle Arti, della Musica e dello Spettacolo (Disciplinas de las Artes, de la Música y del Espectáculo)- de Bologna, ese experimento intelectual que propuso la revolucionaria idea de dictar un curso universitario dedicado a la cultura del espectáculo. Umberto Eco fue uno de sus fundadores y también dio clase allí.

“El profesor Eco regresa a la casa en la que habitó como intelectual durante tantos años. No es casualidad que este regreso coincida con el año en el que celebramos el cincuentenario del DAMS”, dice Franceso Ubertini, rector de la Universidad de Bologna.

“Los libros que Eco leyó, que hojeó, que contienen sus apuntes serán objeto central de un gran proyecto de estudio: podremos así comprender cuáles son los puntos de atención que Eco llevaba a los textos fundamentales que lo acompañaron en su recorrido de trabajo -celebra el rector-. Podremos medir con precisión qué leyó Eco en cada momento de su carrera de tal modo que podremos construir un gran atlas mental que corresponda al universo de pensamiento que Eco construyó a lo largo de su vida.”